Los activistas cifran en más de cien los muertos ayer en la represión
08 abr 2012 . Actualizado a las 07:10 h.El régimen de Bachar al Asad parece dispuesto a sofocar a sangre y fuego el levantamiento opositor antes de la fecha límite impuesta por la ONU para que ordene el alto el fuego y repliegue a sus fuerzas de los bastiones rebeldes. La operación de limpieza y los combates con desertores dejaron ayer, a tres días del fin de las hostilidades, más de cien muertos, según los informes de los activistas. Un cifra imposible de verificar por medios independientes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió a Damasco de que no puede utilizar la inminente tregua como una «excusa para matar», mientras el Gobierno turco anunciaba que se había duplicado la llegada de refugiados desde que Al Asad aceptó cumplir el plan de siete puntos del mediador internacional Kofi Annan.
Flujo de refugiados
En solo 24 horas, unos 700 sirios han cruzado la frontera y Turquía acoge ya a unos 24.000 huidos, según informó una fuente oficial a la agencia France Press.
El flujo se debe a las operaciones de castigo que se llevaron a cabo los pasados días en localidades como Taftanaz y Killi, de la fronteriza provincia de Idlib, de donde llegan imágenes de fosas con decenas de cuerpos.
Los refugiados relatan horrendas versiones de matanzas y casas arrasadas por los incansables ataques de los hombres del régimen, tanto soldados como shabiha (milicianos), con artillería pesada y francotiradores.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) informó de que solo en Latama, en la provincia de Hama, ayer murieron 55 personas.
Las seis de la madrugada del martes es la hora (local) fijada por la ONU para que comience a regir la tregua, más de un año después de que los sirios se echaran a las calles para exigir al dictador reformas, contagiados por lo vivido en Túnez, Egipto y Libia, y que con los meses se convirtió en un preguerra civil.
La oposición siria, Estados Unidos, Europa y muchos países árabes dudan de que Siria cumpla el plan de paz, a tenor de lo hecho hasta ahora por el régimen que ayer celebró en el centro de Damasco los 65 años de la fundación del Baaz, el Partido del Renacimiento Árabe Socialista, la omnipresente formación que ha regido en Siria desde hace 50 años. Supremacía, que la nueva Constitución, al menos en el papel, pone fin al proclamar el multipartidismo. «Alá, Siria, Bachar y ya está», «Los shabiha dan la vida, por ti Al Asad», gritó la multitud concentrada en la capital.