El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad la primera resolución desde que comenzó la crisis en Siria y que autoriza el primer envío de treinta observadores a ese país para vigilar el cumplimiento del plan de paz por el Gobierno y la oposición de ese país árabe.
«Tras la aprobación de la resolución 2042, cinco o seis militares tomaron ayer mismo un avión y probablemente llegarán a Siria mañana [por hoy]», explicó Kieran Dwyer, portavoz del departamento de operaciones para la paz de la ONU, quien añadió que otras 25 personas viajarán «en los próximos días».
A pesar de la reticencia de Rusia, el documento pide «a todas las partes que garanticen la seguridad de los observadores sin limitar su libertad de movimiento y acceso, haciendo hincapié en que la principal responsabilidad recae en las autoridades sirias».
Además, llama a Bachar al Asad a permitir el acceso de las organizaciones humanitarias y a «implementar visiblemente» todos los compromisos adquiridos en el marco del plan de paz del enviado especial Kofi Annan, incluyendo la retirada de tropas y armamento pesado de las principales ciudades sirias.
Tras intensas negociaciones, Moscú y Pekín dieron luz verde a esta resolución sobre Siria, que es la primera que el Consejo de Seguridad ha conseguido consensuar en los trece meses que dura el conflicto en el país árabe y que es también su primer documento de mayor rango en relación a esa crisis.
Bombardeo de Homs
A pesar al alto el fuego previsto por el plan Annan, las fuerzas sirias mataron ayer a seis civiles y bombardearon la ciudad de Homs.
El incidente más grave en el tercer día de la tregua se produjo cuando las fuerzas de seguridad mataron a cuatro civiles que participaban en un funeral en Alepo (norte), segunda ciudad del país.
Además, bombardearon durante una hora dos barrios de Homs (centro), causando la muerte de una persona, según una oenegé siria, y mataron a otro civil en Dmeir, en la provincia de Damasco.