Las autoridades sirias ya informaron al emisario internacional Kofi Annan sobre estas violaciones del alto el fuego
26 abr 2012 . Actualizado a las 20:39 h.El ministro de la Información sirio, Adnan Mahmud, acusó el jueves a rebeldes y opositores de haber roto el alto el fuego en sucesivas ocasiones desde que supuestamente entrara en vigor el 12 de abril.
«Los grupos terroristas armados han intensificado matanzas, explosiones y agresiones, cometiendo más de 1.300 violaciones desde la entrada en vigor del alto el fuego el 12 de abril», declaró Mahmud a la AFP, quien confirmó que las autoridades sirias ya informaron al emisario internacional Kofi Annan de estas violaciones para que tome medidas al respecto.
Según Mahmud, el gobierno sirio respetó todos sus compromisos conforme al plan de Annan, que prevé la retirada de las tropas de las ciudades, la autorización de las manifestaciones pacíficas, la liberación de los detenidos y el acceso de los cooperantes humanitarios y de los periodistas a la zona.
El cese de la violencia en Siria, donde se ha desplegado una quincena de observadores desde el 15 de abril, «necesita una vigilancia neutral y transparente de las violaciones cometidas por los grupos terroristas armados para que se detengan las agresiones contra los ciudadanos y las fuerzas de seguridad», estimó Mahmud, que aprovechó la ocasión para denunciar el asesinato «a manos de los terroristas» de familias enteras en la provincia de Damasco y en Hama el miércoles pasado.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó por su parte que unos cuarenta civiles murieron desde el lunes en Hama en bombardeos del ejército regular. Siria es escenario de una revuelta popular desde marzo de 2011, reprimida a sangre y fuego por el régimen. La violencia ha causado en trece meses más de 11.100 muertos, según el OSDH.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 21 de abril una resolución que prevé el envío de 300 observadores desarmados a Siria para vigilar el alto el fuego y la aplicación del plan de Annan para resolver la crisis.