Hollande, investido presidente de la república francesa

EFE PARÍS

INTERNACIONAL

CHRISTOPHE KARABA

«Dirijo a los franceses un mensaje de confianza, somos un pais que supo siempre superar los desafíos», dijo en su discurso

15 may 2012 . Actualizado a las 19:42 h.

La ceremonia del traspaso de poderes de la jefatura del Estado francés de Nicolas Sarkozy a François Hollande comenzó hoy con la llegada del presidente electo al Elíseo, donde pasó revista a la Guardia Republicana antes de que el presidente saliente le diese la bienvenida en la escalinata del Palacio.

El acto, retransmitido en directo por la radio y la televisión, comenzó poco antes de las 10.00 hora local con la entrada del nuevo presidente socialista por el patio de honor, y a diferencia de su predecesor en 2007, no contó con la presencia de familiares.

El presidente saliente y el electo se dirigieron luego al despacho presidencial para una reunión a puertas cerradas, durante la cual el jefe de Estado saliente transmite a su sucesor, entre otras formalidades, los códigos relativos al armamento nuclear, una de las prerrogativas del presidente de la República. Terminada la reunión, Sarkozy abandonó el palacio del Elíseo.

Poco después, François Hollande fue investido oficialmente presidente de la República Francesa. «A partir de este día, usted encarna Francia, usted simboliza la República y usted representa al conjunto de los franceses», le dijo el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré. Hollande afirmó que desea «abrir una nueva vía en Europa» en el discurso pronunciado inmediatamente después de la investidura. «Dirijo a los franceses un mensaje de confianza. Somos un gran país que supo siempre superar los desafíos», agregó

El nuevo presidente de Francia, François Hollande, recalcó también su intención de abrir «una nueva vía» en Europa. «Nos esperan y nos miran. Para superar la crisis que nos afecta, Europa necesita crecimiento y solidaridad», señaló el nuevo mandatario galo, quien dijo que propondrá al resto de socios europeos «un nuevo pacto» que unirá la necesaria reducción del gasto público con «la indispensable estimulación de la economía».

Contribuir a la paz en el mundo y movilizar todas las fuerzas del país fueron otros de los propósitos que se marcó para estos cinco años de mandato, en los que apuntó que ejercerá el poder con dignidad y ejemplaridad. El socialista insistió en que «en un mundo tan inestable» es necesario proteger no solo los valores sino también los intereses, e hizo referencia a la necesidad de «reciprocidad» en los intercambios comerciales de la Unión Europea con el exterior.

En ese acto solemne, en el que el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré, le comunicó oficialmente el traspaso de poderes, Hollande dijo ser consciente de la difícil situación del país, con «una deuda masiva, un crecimiento débil, un paro elevado, una competitividad degradada y una Europa con dificultades para salir de la crisis».

El nuevo presidente revelará esta tarde el nombre de su primer ministro, que según los analistas será el hasta ahora jefe de los diputados socialistas, Jean-Marc Ayrault, y hoy mismo se desplazará hasta Berlín para entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel.

Su agenda seguirá muy cargada el resto de la semana, con la formación de Gobierno el miércoles y un viaje a Estados Unidos el fin de semana para, después de entrevistarse con el presidente Barack Obama, participar sucesivamente en las cumbres del G8 y de la OTAN.