Piden ayuda internacional para evitar una masacre de civiles en la ciudad
30 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Segunda jornada en Alepo de violentos combates, donde el Ejército sirio intenta tomar la ciudad por todos los medios. La ofensiva de las tropas de Bachar al Asad contra varios barrios de esta localidad donde los rebeldes siguen atrincherados, continúa sin descanso. La situación se hace insostenible para los insurgentes, que reclaman la urgente ayuda internacional.
El jefe del consejo militar rebelde de Alepo, Abdel Jabar Al Oqaidi, exigió ayer a Occidente que instaure una zona de exclusión aérea en torno a la ciudad y acusó al régimen de Bachar al Asad de preparar una «matanza» donde los rebeldes siguen atrincherados. Los violentos combates continuaron sobre esta ciudad, situada a 355 kilómetros al norte de Damasco, donde los insurgentes resisten los ataques del Ejército, en particular en Salahedín, un bastión estratégico.
El coronel Oqaidi afirmó que el Ejército regular había «tratado de atacar Salahedín con tanques, pero que el Ejército Sirio Libre [formado por desertores y civiles armados], resistió y provocó pérdidas importantes», destruyendo ocho tanques, vehículos blindados y matando a unos doscientos soldados, según las mismas fuentes.
El alto mando de los rebeldes mostró su intención de resistir hasta el final. «Los barrios de la ciudad serán una tumba para el ejército de Bachar al Asad. Solo puede utilizar sus aviones o su artillería pesada a distancia. No pueden penetrar en la ciudad», explicó.
Por su parte, el Consejo Nacional de Siria (SNC), el principal grupo de oposición, pidió ayer una reunión «urgente» del Consejo de Seguridad de la ONU para evitar las masacres de civiles que el régimen está a punto de cometer en Alepo. «La comunidad internacional será responsable si eso ocurre», dijo Abdel Basset Sayda, presidente de esta organización, que también reclama armas para hacer frente a los tanques y la aviación, que siguen bombardeando sin descanso la ciudad, amenazando a miles de civiles que no lograron huir cuando el régimen sirio desencadenó la ofensiva.
Mientras, el mediador internacional para Siria, Kofi Annan, mostró ayer su preocupación por las informaciones sobre la concentración de tropas y de armas pesadas en torno a Alepo, y pidió a los beligerantes que trabajen en una solución política del conflicto que afecta al país desde hace 16 meses.
Campos en Jordania
Por su parte, Jordania abrió ayer un primer campo para refugiados procedentes de Siria, con capacidad para albergar a 120.000 personas. La medida supone un cambio en la política de este país, porque, pese a haber dado cobijo ya a más de 140.000 sirios, el Gobierno se negaba a abrir campamentos por temor a que empeoraran sus relaciones con el régimen de Damasco.