Su primera rueda de prensa en cinco años duró casi cuatro horas y media
21 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente ruso, Vladímir Putin, desempolvó ayer la retórica contra EE.UU. al defender medidas legales como la prohibición de adoptar niños rusos por parte de familias norteamericanas. «Puede que yo sea un mal cristiano: cuando te dan una bofetada, hay que poner la otra mejilla. Yo aún no estoy moralmente preparado para ello», afirmó.
Putin, que se quedó a pocos minutos de su récord, al comparecer casi cuatro horas y media en su primera rueda de prensa en cinco años, desdeñó a la oposición extraparlamentaria y centró casi todas sus críticas en Washington. En particular, arremetió contra el Acta Magnitski aprobada por el Congreso de EE.UU. y que incluye una lista negra de funcionarios rusos implicados en la muerte en prisión preventiva del abogado Serguéi Magnitski, quien pereció tras denunciar la corrupción policial. Putin aseguró que ese acta es «un paso hostil» y que «provocará un deterioro de las relaciones bilaterales».
El presidente ruso, al que Occidente acusa de inacción en la investigación de la muerte de figuras como Magnitski o Anna Politkóvskaya, negó que el abogado hubiera muerto por las palizas recibidas, como aseguran los activistas. «No le torturó nadie, murió de un ataque al corazón. Si le ofrecieron asistencia médica a tiempo o ni siquiera se la dieron, es materia de investigación. ¿Usted qué piensa, que en las cárceles norteamericanas la gente no muere?», señaló.
Ellos, en relación a EE.UU., dijo, «mantienen a personas en la cárcel desde hace años sin ni siquiera presentar un acta de acusación. Es impensable. Las encadenan como en la Edad Media y legalizaron el uso de la tortura. ¿Se imaginan si lo hubiéramos hecho nosotros? ¿Cuánto tiempo hace que se prometió cerrar Guantánamo? ¡Y nos dicen que tenemos problemas!»
Putin habló de uno de los temas más de actualidad en Rusia, la corrupción, y aseguró que no habrá piedad con los funcionarios corruptos, incluido el destituido ministro de Defensa. En política exterior justificó la postura rusa sobre Siria, contraria a imponer sanciones y a la injerencia extranjera como un intento de evitar la desintegración y una guerra civil sin fin. «No nos preocupa el destino de Al Asad. Su familia lleva 40 años en el poder. Sin duda, el pueblo demanda reformas. Nos preocupa otra cosa. ¿Y después qué?»
Por último, mientras él negaba que en Rusia se haya instaurado un sistema autoritario, la Justicia rusa anunció que el magnate Mijaíl Jodorkovski será puesto en libertad en 2014 tras ver reducida en dos años su condena. «Si alguien cree que la democracia y el cumplimiento de la ley son cosas distintas, se equivoca. Parece que existe una extendida opinión de que democracia es anarquía o trotskismo. No es así. No necesitamos anarquía», sentenció.
El líder ruso también hizo su aportación al debate sobre el supuesto fin del mundo. Según vaticinó, se producirá dentro de 4.500 millones de años porque «es el funcionamiento de nuestro sol».
«No nos preocupa el destino de Bachar Al Asad. Su familia lleva 40 años en el poder», afirma
La Justicia hace saber que reduce dos años la condena de Jodorkovski cuando comparecía