Más de 50 millones de personas votan entre dudas sobre la gobernabilidad
25 feb 2013 . Actualizado a las 06:00 h.La primera jornada de votaciones de las elecciones italianas transcurrió sin incidentes importantes, a pesar de la ola de frío y nieve que está atravesando la península. Los colegios electorales se abrieron ayer a las ocho de la mañana y permanecieron abiertos hasta las 22 horas. Hoy lo harán entre las 7 y las 15. Entonces empezará el recuento de las papeletas, que será bastante prolongado dado el complejo sistema electoral italiano. En las regiones de Lombardía, Molise y Lacio se vota además para elegir los Gobiernos regionales.
Los índices de participación señalaban, a las 19 horas, una ligera caída: el 46 %, frente al 48,32 % del 2008. El Ministerio del Interior señalaba que en las regiones con elecciones regionales, los votantes habían aumentado, sobre todo en Lombardía donde ya había votado el 50,75 % mientras en las últimas, a la misma hora, lo había hecho el 37,25 %. También en Lacio, con el 45,48 %, y Molise, con el 29,29 %.
El más madrugador de los líderes políticos fue el primer ministro en funciones, Mario Monti, que votó en Milán y acudió al colegio electoral con su mujer, su hija y sus nietos. También en esa ciudad votó Silvio Berlusconi, que se vio sorprendido por las irrupción de tres jóvenes del movimiento Femen que mostraron en sus pechos descubiertos la frase «Basta Silvio» mientras chillaban «Basta Berlusconi».
En Piacenza (norte de Italia) votó el secretario del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, mientras que en Roma lo hacía el presidente de la República Giorgio Napolitano. Al cierre de esta edición, Beppe Grillo, del Movimiento 5 Estrellas, aún no había hecho su aparición en su colegio electoral de Génova donde lo esperaban los periodistas. El mal tiempo fue el protagonista, sobre todo en el centro norte de Italia, donde los votantes de Turín, Milán, Bolonia y Génova afrontaron fuertes nevadas. Las autoridades esparcieron sal en torno a muchos colegios electorales de Milán, mientras en algunas pequeñas poblaciones se hacía difícil acudir a las urnas a causa de las carreteras cerradas.
Transporte y mesas electorales
En Turín los autobuses públicos han tenido que reducir su frecuencia un 15 % a causa del alto número de empleados de la empresa de transporte destinados en las mesas electorales.
De los más de 50 millones de italianos que están llamados a votar, una parte considerable decidirá su voto en el último momento. Se eligen 630 escaños del Congreso y 315 del Senado, aunque a esta última Cámara solo votan los mayores de 25 años. Los residentes en el extranjero, unos 2,5 millones, ya han votado en los consulados. Los estudiantes de Erasmus, sin residencia fija en el extranjero, no han podido ejercer el voto, ya que en Italia no existe el voto por correo. A modo de protesta han abierto colegios electorales en 24 ciudades de Europa.
Incertidumbre
La incertidumbre es la nota dominante de estas elecciones. Si el Partido Democrático consigue la mayoría en el Senado, se puede pronosticar un Gobierno estable a medio plazo, pero si no lo consigue, Bersani tendrá muchos problemas para llevar adelante su programa electoral. Son muchos los italianos que esperan un Ejecutivo capaz de afrontar los problemas y reformas que el país necesita, pero también una gran parte de los ciudadanos se sienten desencantados del sistema y aspiran a un cambio profundo, poniendo sus ojos en la antipolítica del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo. Tras estas elecciones llegarán al Parlamento muchas caras nuevas, gran parte de ellas del M5E y lo único que los italianos les piden es que sean honrados y jueguen limpio, no como sus predecesores.