Será juzgado, junto a otros tres responsables de la organización, por agresión sexual y violación
05 mar 2013 . Actualizado a las 15:46 h.Léonide Kameneff, el patrón del llamado «colegio en barco», y otros tres responsables de ese proyecto educativo alternativo en el que se embarcaron cerca de 500 menores entre 1979 y 2002, comenzarán a ser juzgados hoy por agresión sexual y violación en el Tribunal Criminal de Menores de París.
Kameneff, de 76 años y fisioterapeuta para niños que ofrecía a los menores un aprendizaje intelectual, físico y afectivo distinto al reglado, es el principal acusado de una causa que examinará el tribunal hasta el próximo 22 de marzo.
El responsable de la asociación proponía que los menores, la mayoría de entre 10 y 14 años, navegaran por todo el mundo en el «Karrek-Ven», la más conocida de las tres embarcaciones que utilizaba.
Este proyecto ofrecía «una experiencia emancipadora» y «una alternativa a la educación y al aprendizaje» de los colegios convencionales y «rica en descubrimientos», según la información que todavía puede leerse en la página web de la asociación.
Esta organización no lleva a cabo viajes lectivos desde 2008, cuando Kameneff fue arrestado en Venezuela y posteriormente extraditado a Francia.
El tribunal ha aceptado diez de las veintisiete denuncias por agresión sexual o violación contra Kameneff y otros tres tripulantes del barco, uno de ellos de 17 años en el momento en el que se produjeron los hechos, lo que explica que el juicio se celebre en un tribunal de menores.
Ese acusado, que actualmente tiene 39 años, también comparecerá como parte civil pues asegura igualmente haber sido violado a bordo del barco.
Según Kameneff, actualmente se observan determinadas conductas «con sospecha» mientras que se trataba de algo «normal en la época».
«Era naturismo en familia, sin connotación sexual», aseguró el exdocente y padre de dos hijos, en declaraciones que recoge hoy «Le Parisien».
Sin embargo, quienes denuncian los hechos sostienen que los responsables de la embarcación les hablaban «de la antigua Grecia» y les explicaban que todo «era normal», mientras recibían masajes desnudos o practicaban relaciones sexuales.
«Me molestaba, pero para mí era el precio a pagar por el resto de cosas magníficas. Después, cuando crecí, se hizo más difícil de soportar», comentó otro de los demandantes al diario «Libération».
El abogado de los denunciantes, Eric Morain, intentará demostrar que «en un entorno de ensueño, había abusos» derivados de la «manipulación» del principal acusado.
Algunas de las supuestas víctimas describen la experiencia como «una cárcel psicológica» en la que predominaba un ambiente «libertino».
En esta primera jornada del juicio, el tribunal decidirá si celebra los debates a puerta abierta o a puerta cerrada.
El proceso se ha alargado tanto, pues la primera denuncia fue interpuesta en 1994, que el Estado llegó a ser condenado por «denegar la justicia», lo que explica que el resto de demandantes tengan hoy entre 33 y 46 años.