Kenyatta ha suscitado los recelos de la UE y EE.UU. porque tiene un caso pendiente ante la Corte Penal Internacional
09 abr 2013 . Actualizado a las 14:56 h.Uhuru Kenyatta, imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad, fue investido hoy como cuarto presidente de Kenia en una multitudinaria ceremonia en el estadio de Kasarani, a las afueras de Nairobi.
El nuevo presidente, de 51 años y que juró el cargo ante más de una decena de jefes de Estado, sucede a Muwai Kibaki, de 81 y quien había dirigido el país desde diciembre de 2002. Kenyatta fue ratificado como vencedor de las elecciones del pasado 4 de marzo después de que el Tribunal Supremo desestimara, el 30 de marzo, la impugnación de los resultados por presunto fraude que presentó la coalición del ya ex primer ministro, Raila Odinga.
El flamante mandatario juró el cargo sosteniendo en la mano derecha la misma Biblia que usó su padre, Jomo Kenyatta, primer presidente de Kenia y considerado el padre fundador de la patria.
Kenyatta tomó posesión de su responsabilidad ante las 60.000 personas que abarrotaban el estadio de Kasarani y que dedicaron ensordecedoras ovaciones al nuevo líder keniano.
Presencia de jefes de Estado
Más de una decena de jefes de Estado de África fue testigo del histórico momento, entre ellos los presidentes de Sudáfrica, Jacob Zuma; Ruanda, Paul Kagame; Tanzania, Jakaya Kikwete; Uganda, Yoweri Museveni; Sudán del Sur, Salva Kiir; y Zimbabue, Robert Mugabe.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos estuvieron representados por sus embajadores destacados en Kenia, por lo que el considerado «hijo predilecto» del país, el presidente estadounidense, Barack Obama, de padre keniano, no acudió a la ceremonia.
Por parte de China, el vicepresidente del Congreso del Partido Comunista de China, Zhang Baowen, representó a su país.
Caso pendiente en la Corte Penal Internacional
Kenyatta ha suscitado los recelos de la UE y EEUU porque tiene un caso pendiente ante la CPI por su supuesta participación en la violencia postelectoral de finales de 2007 y principios de 2008, en la que murieron en Kenia unas 1.300 personas.
En ese sentido, Kenia es el primer país que elige como jefe de Estado a un candidato procesado por la CPI, y es el segundo país, después de Sudán, dirigido por un presidente en activo que afronta un juicio de esa corte.
Asimismo, el vicepresidente keniano, William Ruto, que también juró hoy el cargo, está pendiente de juicio en la CPI con cargos en su contra similares a los de Kenyatta.
Los comicios del pasado marzo se celebraron, en general, de forma pacífica, tras las elecciones de diciembre de 2007, que desembocaron en una ola de violencia político-tribalista, después del supuesto amaño electoral del actual presidente saliente, Mwai Kibaki.
Esos sucesos cesaron con la firma de un acuerdo, en febrero de 2008, para formar un Gobierno de unidad nacional en el que Kibaki (de la mayoritaria tribu kikuyu) mantuvo la presidencia, y Odinga, de la numerosa etnia lúo, fue designado primer ministro.
Kenyatta se convertió hoy en el tercer presidente de la comunidad kikuyu, que suma algo más del 20 por ciento de la población.