Bin Laden viajaba por Pakistán afeitado y con sombrero vaquero

Pau Miranda ISLAMABAD / EFE

INTERNACIONAL

La incompetencia pakistaní permitió libertad de movimientos al terrorista

10 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Osama bin Laden llegó a vestir un sombrero vaquero para evitar ser detectado por cámaras aéreas y viajó por el norte de Pakistán completamente afeitado,

según desveló ayer el informe filtrado de una comisión oficial pakistaní. La investigación critíca duramente a las instituciones de Pakistán y reafirma la imagen del líder de Al Qaida obsesionado por su seguridad, desde su llegada a Pakistán en el 2002 procedente de Afganistán hasta su muerte en el 2011 en la ciudad de Abbottabad.

El documento, filtrado a la cadena catarí Al Yazira, refleja intimidades de Bin Laden como que comía «manzana y chocolate cuando se sentía perezoso» o que seguía estrictamente preceptos de la tradición islámica más conservadora. En concreto, obligaba a sus esposas a cubrirse hasta cuando aparecía un hombre en la televisión e hizo que sus hijas llevaran velo desde los tres años de edad.

El testimonio de las mujeres supervivientes del operativo de EE.UU. (las tres esposas del saudí y una de uno de sus guardias) recoge que en varios de sus desplazamientos por Pakistán Bin Laden lucía la cara afeitada para no ser asociado a su larga barba y que su meticulosidad para evitar ser reconocido le llevó a usar incluso un sombrero vaquero en 2005 cuando llegó a su nueva casa en Abbottabad.

Según el informe, la obsesión del terrorista saudí aumentó tras el arresto en Rawalpindi del dirigente paquistaní de Al Qaida Jalid Sheikh Mohamed, considerado uno de los cerebros de los ataques del 11-S y con quien Bin Laden compartió escondite algunos meses.

El «tío pobre»

Según el relato de Maryam, la mujer de uno de los mensajeros de Bin Laden, ese arresto en el 2003 llevó al entonces hombre más buscado del mundo a suspender el contacto cara a cara con miembros de Al Qaida.

Sin embargo, una hija de Maryam pudo identificar al misterioso inquilino del inmueble de Abbottabad tras verlo un día en las escaleras de la casa y reconocer su rostro en una imagen televisiva poco después. El episodio enervó tanto a Bin Laden como a sus escoltas y supuso la suspensión de los contactos entre las familias del jefe de Al Qaida y las de sus guardaespaldas. Curiosamente, esa niña que identificó a Bin Laden lo llamaba el «tío pobre», ya que, ante su pregunta de por qué el señor del ático nunca iba al mercado, sus padres idearon la excusa de que era demasiado pobre para hacer compras.

El 2 de mayo del 2011, una veintena de miembros de la Marina de EE.UU. entraron en Pakistán desde la frontera afgana y aterrizaron en la casa de Bin Laden, donde lo mataron. El Gobierno pakistaní ordenó poco después la formación de la comisión para realizar el informe, en medio del estupor que produjo el hecho de que el líder de Al Qaida viviera tranquilamente en el país.

A pesar de que el informe deja muchos interrogantes abiertos, sobre todo en cuanto a la actuación de las autoridades e instituciones locales, parece acabar con la teoría de que la operación fue una farsa. Dos de las hijas del saudí afirmaron ante los investigadores que identificaron el cadáver de su padre poco antes de que los militares estadounidenses abandonaran la casa llevándose el cuerpo con ellos.

El informe también apunta a la posible colaboración de algunos agentes locales con la operación orquestada por la CIA y menciona a un excoronel pakistaní, Said Iqbal, conectado con el antiguo jefe de las Fuerzas Armadas, Pervez Musharraf, que ahora está arrestado por otras causas.

La comisión arremete contra la «incompetencia en todos los niveles del Gobierno» pakistaní y crítica duramente a diversas instituciones por su ineficacia en la detección del terrorista más buscado del mundo y en la investigación posterior a su muerte.