Londres «lo lamentará», amenaza el periodista del caso Snowden

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Su pareja fue detenido 9 horas en base a la ley antiterrorista

20 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El caso Snowden cada vez tiene más posibilidades de convertirse en un Thriller de éxito, al que no le faltaría algún tinte de culebrón. El Gobierno británico era blanco ayer de críticas y presiones para que justifique la detención durante nueve horas, bajo la ley antiterrorista, del novio brasileño del periodista que difundió documentos filtrados por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA), Edward Snowden. «Lamentarán lo que han hecho», amenazó ayer Gleen Greenwald, periodista de The Guardian, en el aeropuerto de Río de Janeiro, tras recibir a su pareja David Miranda.

«Si los Gobiernos estadounidense y británico piensan que esta estrategia nos disuadirá de continuar cubriendo de manera agresiva lo que los documentos revelan, se equivocan. Esto tendrá el efecto contrario: nos anima a ir más lejos», advirtió Greenwald. Él fue el que reveló las primeros datos del programa de espionaje de datos de llamadas telefónicas y de información en Internet, basándose en documentos filtrados por Snowden, que disfruta de asilo en Rusia después de su fallida fuga desde Hong Kong a Ecuador.

Miranda, de 28 años, fue detenido e interrogado la noche del domingo por agentes de Scotland Yard en el aeropuerto londinense de Heathrow cuando intentaba regresar de Berlín a Brasil, donde vive junto a Greenwald.

Documentos de Poitras

En declaraciones al programa Fantástico de la TV Globo que recoge la AFP, Greenwald dijo que Miranda viajó a Berlín para llevarle documentos a Laura Poitras, la documentalista que recibió en primera instancia los informes secretos de manos de Snowden. Traía asimismo a Río otros documentos filtrados, los cuales estaban guardados en un archivo electrónico al que solo se accede con contraseñas.

«Espero que el Gobierno brasileño haga algo porque uno no sabe lo que está sucediendo de verdad», reclamó Miranda a su llegada a Río. «Me quedé en una sala, hubo seis agentes diferentes entrando y saliendo, hablando conmigo. Me hicieron preguntas sobre mi vida entera, sobre todo. Se llevaron mi ordenador (...), teléfono móvil, mis tarjetas de memoria, todo», contó a varias agencias.

Aunque tenía derecho a solicitar una llamada telefónica, fue un agente británico que informó a su pareja. Amnistía Internacional aseguró, por su parte, que Miranda es «claramente víctima de una injustificable táctica de venganza hacia su pareja».

El Ministerio del Interior británico rechazó dar cualquier tipo de explicación, pero el Gobierno estaban cada vez más presionadas para dar explicaciones, tras las críticas de Brasil, Amnistía Internacional y diputados del Parlamento británico.

«Si recurrimos a la legislación antiterrorista de esta manera para asuntos no relacionados con el terrorismo, debemos saberlo», se indignó el presidente de la comisión parlamentaria británica del Interior, el laborista, Keith Vaz, en declaraciones a la BBC. Otro diputado laborista, Tom Watson, juzgó indispensable conocer la implicación del Gobierno en este detención.

Un comité parlamentario pedirá a Scotland Yard que «aclare» las circunstancias de la retención, mientras el ministro de Exteriores, William Hague, escuchó las quejas de su homólogo brasileño, Antonio Patriota.

Brasil protestó contra la detención de uno de sus ciudadanos. «Consideramos que esta detención por una ley que se aplica a sospechosos de terrorismo no es justificable», dijo Patriota.