El ministro de Asuntos Exteriores británico avisa de que tendría que volver a negociar su entrada en el organismo comunitario
17 ene 2014 . Actualizado a las 22:24 h.El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Hague, ha advertido a Escocia de que si aprueba en referéndum su independencia el próximo mes de septiembre, tendrá que negociar su incorporación a la Unión Europea igual que lo hizo en su día Reino Unido.
El Gobierno escocés, liderado por el Partido Nacional Escocés que encabeza Alex Salmond, quiere que Escocia continúe en el bloque comunitario si decide optar por la secesión en el referéndum que se celebrará el próximo 18 de septiembre, por lo que aboga por negociar los términos de su pertenencia al bloque tras el sí en la consulta.
Frente a esta postura, el Gobierno británico ha difundido su noveno documento de análisis sobre la eventual independencia de Escocia, en el que el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, asegura que no tiene dudas de que si Escocia se va de Reino Unido, se verá obligada a negociar con la UE su incorporación.
Hague también ha avisado de que Escocia podría verse obligada a entrar en la moneda única comunitaria, el euro, algo que el Gobierno escocés no quiere hacer porque pretende continuar con la libra y seguir apoyándose en el Banco de Inglaterra como último recurso.
«El Gobierno escocés ha hablado sobre un proceso de continua pertenencia a la Unión Europea. No es así cómo parece cuando se revisan los datos», ha explicado Hague, en declaraciones a la cadena de radio de la BBC antes de difundir el análisis del Gobierno.
«Los escoceses pagarán más por tener menos de la Unión Europea. No hay duda sobre eso», ha subrayado. Este último documento de análisis del Gobierno británico llega cuando se está calentando el debate sobre la secesión tanto en el lado escocés como en el británico.
Las encuestas de opinión muestra que la opción de la independencia cuenta con el apoyo de un tercio de los votantes aunque los partidarios de la continuidad en Reino Unido advierten de que un porcentaje de un 15 por ciento.
En su documento de análisis, Hague ha destacado los beneficios para Escocia de continuar en Reino Unido, lo que le permite contar con una red diplomática que tiene más de 14.000 personas destinadas en 267 embajadas y oficinas consulares.
«Está muy claro que Reino Unido consigue más cosas en el mundo con unidad. Tenemos nuestros asientos en las mejores mesas del mundo. El Consejo de Seguridad, el G8, la OTAN», ha esgrimido Hague. «Lo que hacemos en la Unión Europea para promover los Derechos Humanos y el desarrollo lo hacemos como Reino Unido y tenemos mucho más impacto en el mundo porque somos Reino Unido», ha asegurado.
Los nacionalistas sostienen que la independencia pondría fin a décadas de mala gestión económica por parte de Londres y daría a Escocia mayor felixibilidad para desarrollar su propia política para crear empleos, impulsar el crecimiento y centrarse en promover la justicia social.
Otros análisis sobre la secesión de Escocia elaborados por el Gobierno de Londres han centrado su mirada en temas como la defensa, el gasto fiscal, la ciencia, la seguridad, los negocios, los servicios financieros y la moneda, entre otros.