El terrorismo golpea Egipto en el tercer aniversario de la revuelta

Laura Fernández-Palomo AMÁN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Los heridos evacúan la zona afectada por el coche bomba que explosionó frente a la Dirección de la Policía en El Cairo.
Los heridos evacúan la zona afectada por el coche bomba que explosionó frente a la Dirección de la Policía en El Cairo. MAHMOUD KHALED < / span>AFP< / span>

Cuatro explosiones contra las fuerzas de seguridad dejan seis muertos

25 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace tiempo que la euforia revolucionaria, la que hace tres años sacó a la calle a millones de egipcios y derrocó la dictadura de Hosni Mubarak, se da de cabeza contra una fallida transición democrática. Egipto intenta ponerse en pie pero hoy conmemora aquella fecha tocado por una fuerte inestabilidad social y política, que ayer avivó una ola de atentados que provocaron al menos seis muertos y un centenar de heridos.

Poco antes de las siete de la mañana, un coche bomba explotaba frente a la Dirección General de Seguridad en El Cairo causando la muerte de cuatro personas. La detonación provocó un profundo cráter en el suelo y la destrucción de una de las joyas culturales de la capital, el Museo de Arte Islámico. Era la primera embestida de una violenta mañana, a la que siguieron dos explosiones menores contra policías, una el barrio de Doki con el saldo de un muerto, y otra en Guiza. Por la tarde, una cuarta explosión frente a un cine de Guiza mató a un civil y dejó heridos a cuatro policías.

Los Hermanos Musulmanes condenaron los atentados, pero la ira de la calle se dirigió hacia ellos, que desde diciembre son considerados terrorista. Los simpatizantes del jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, acudían a los puntos calientes entonando cánticos de apoyo y señalando a los islamistas. Lo único objetivo en el actual contexto de extrema polarización que vive el país es que desde que el Ejército depusiera en julio al presidente Mohamed Mursi se han multiplicado los ataques a las fuerzas de seguridad, aunque sin autoría demostrada o reivindicada.

La jornada transcurrió con manifestaciones en apoyo a Mursi y los ya habituales enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Hasta doce protestantes murieron en todo el país.

El Gobierno salió a escena advirtiendo que combatirán el terrorismo «sin piedad alguna». El ministro de Interior aseguró, además, que responderán con «firmeza» a cualquier intento «de los Hermanos Musulmanes de sabotear las ceremonias» y pidió a los egipcios a salir en masa hoy para respaldar al Gobierno.