El régimen de los ayatolás intensificó en el 2011 su represión contra la minoría árabe que vive en una provincia del sureste del país
11 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El poeta y activista árabe-iraní Hashem Shabani ha sido ejecutado en la horca por ser un «enemigo de Dios» y amenazar la seguridad nacional, La ejecución se produjo el 27 de enero y junto a Shabani, de 32 años, fue ahorcado otro conocido activista ahwazí, la minoría árabe en Irán, Hadi Rashedi, de 38, según recogen Iran Human Rights (IHR) y Iran Human Rights Documentation Center (IHRDC).
Los dos activistas fueron detenidos entre febrero y marzo del 2011 y condenados a muerte en julio del 2012 por un tribunal revolucionario islámico bajo los cargos de mohareb (enemigo de Dios) y mufsid-fil-mrz (difundir la corrupción sobre la tierra), junto a otros tres activistas. Un cuarto fue condenado a veinte años. En marzo del 2013 Shabani y otros presos se declararon en huelga de hambre «con la esperanza de que el mundo oyera sus voces», según IHR.
El régimen de los ayatolás intensificó en el 2011 su represión contra la minoría árabe que vive en la provincia de Juzestán (sureste del país), con detenciones masivas y condenas a muerte dictadas a puerta cerrada.
Shabani y Rashedi eran dos de los cinco fundadores de Al Hiwar (diálogo en árabe), una organización cultural ahwazí que luchaba contra la discriminación de esa minoría. El poeta, originario de Ahwaz, capital de la provincia, estaba casado y tenía un hijo. Licenciado en Literatura y Lengua Árabe era profesor de instituto y bloguero, además de ser conocido por su poemas en árabe y persa.
En el 2012, apareció en la cadena estatal iraní Press TV, donde, según los grupos de derechos humanos, fue obligado a confesar su participación en actos de terrorismo separatista, con la ayuda de Mubarak, Gadafi y el partido iraquí Baaz. Los que le conocían aseguran que nunca apoyo a la insurgencia armada y mucho menos tuvo contacto con gobiernos extranjeros.
Amnistía Internacional denunció que en solo dos semanas del pasado enero Irán ejecutó a 40 personas. De acuerdo con IHRDC, se han aplicado más de 300 penas de muerte desde la llegada a la presidencia iraní de Hasán Rohaní en agosto.