Francia cuenta en la actualidad con 22 regiones metropolitanas y cinco de ultramar
08 abr 2014 . Actualizado a las 23:08 h.El primer ministro francés, Manuel Valls, propuso hoy reducir a la mitad el número de regiones del país y acabar con los consejos departamentales, dentro de una reforma estructural de la política local.Al tiempo, el jefe del Ejecutivo aseguró que las regiones deben tener «todos las funciones, todas las competencias para ayudar al crecimiento de las empresas y animar las iniciativas locales».
En la presentación de su programa de Gobierno ante la Asamblea Nacional, Valls -nombrado la semana pasada primer ministro tras la debacle electoral socialista en las elecciones municipales francesas- planteó a las regiones que se fusionen para alcanzar el objetivo de reducir su número a la mitad. En caso de que no lo acuerden, el Gobierno propondrá una nueva estructura regional el 1 de enero del 2017. Francia cuenta en la actualidad con 22 regiones metropolitanas y cinco de ultramar.
Valls también se comprometió a incrementar las relaciones entre ciudades colindantes para que compartan funciones, así como a clarificar las competencias de las diferentes administraciones locales. El primer ministro propuso suprimir los consejos departamentales antes del 2021 para «responder al sentimiento de abandono que existe en los departamentos y territorios rurales».
Recortes en el gasto público
Manuel Valls también anunció a sus compatriotas fuertes recortes en el gasto público, así como reducciones en la carga social para las empresas. Como ya había adelantado el presidente François Hollande, el gasto público se achicará hasta el 2017 en 50.000 millones de euros, explicó Valls.
Del total, unos 19.000 millones de euros saldrán del presupuesto, mientras que 10.000 millones se recortarán de la seguridad social y otro tanto de las comunas, precisó Valls. Además, el flamante primer ministro propuso que los aportes sociales de las empresas por sus trabajadores se reduzcan de 33,33 a 28% ciento hasta 2020.«Debemos restaurar las finanzas públicas pero sin romper nuestro modelo social», aseveró, comunicándole a sus socios europeos que París necesita más tiempo para cumplir con sus compromisos de reducción del déficit.