Napolitano declarará como testigo en un juicio por la negociación Estado-mafia

EFE

INTERNACIONAL

El presidente italiano testificará sobre conversaciones que mantuvo el ex ministro Mancino, con D'Ambrosio, el fallecido asesor jurídico del Quirinal

25 sep 2014 . Actualizado a las 18:41 h.

El presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, testificará en el juicio que celebra el Tribunal de Palermo para esclarecer si el Estado negoció con la mafia siciliana -Cosa Nostra- en la década de los noventa. «Aún no se ha fijado la fecha de la audiencia, pero será a puerta cerrada y testificará en el Palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la República», según confirmaron este jueves fuentes de la Jefatura del Estado.

El presidente italiano ya fue llamado a testificar por este tribunal palermitano en octubre del 2013, pero rehusó comparecer con el envío de una carta a los jueces en la que explicaba que no tenía nada que decir sobre las cuestiones del proceso y solicitaba que se retirara su citación. Este jueves, el tribunal se ha pronunciado sobre esta solicitud, insistiendo en la importancia de sus declaraciones.

Napolitano testificará sobre algunas conversaciones que mantuvo uno de los imputados, el ex ministro de Interior entre 1992 y 1994, Nicola Mancino, con Loris D'Ambrosio, el fallecido asesor jurídico del Quirinal. Fue citado porque durante el 2011, Mancino, al conocer que era investigado, decidió pedir ayuda al presidente Napolitano y llamó varias veces al Quirinal. La magistratura intervino su teléfono y grabó las conversaciones de Mancino con Napolitano y Loris D'Ambrosio. Napolitano apeló, entonces, a la inviolabilidad del jefe del Estado y las cintas fueron destruidas por orden de la magistratura, por lo que no se hablará de ellas en el juicio, pero aún quedan como pruebas las conversaciones con D'Ambrosio.

Se trata de un proceso histórico, ya que se sientan en el banquillo miembros del Gobierno y de las fuerzas del orden junto con los jefes mafiosos de aquel momento. Los diez imputados son el entonces ministro del Interior y ex presidente del Senado Nicola Mancino, el exsenador Marcelo dell'Utri, brazo derecho del ex primer ministro Silvio Berlusconi, y los antiguos responsables del cuerpo especial de los Carabineros del ROS, los generales Mario Mori y Antonio Subranni, además del exgeneral Giuseppe De Nonno.

A ellos se unen también los jefes mafiosos Salvatore Totó Riina; su estrecho colaborador Giovanni Brusca; el que fuera su médico personal, Antonino Cinà, y el mafioso Leoluca Bagarella. El décimo imputado es Massimo Ciancimino, hijo de Vito, alcalde de Palermo, que con sus revelaciones y documentos heredados de su padre ha hecho que los jueces contasen con pruebas para reabrir el caso. Excepto Mancino, acusado de falso testimonio, y Ciancimino, de asociación mafiosa, los otros imputados tienen que responder a los cargos de violencia o amenaza al Estado y de favorecer a «Cosa Nostra».