La radio roja de Syriza

M. F. ATENAS / ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

Arvanitis fue despedido de la televisión pública.
Arvanitis fue despedido de la televisión pública. Carlos Castro< / span>

«Tsipras me dijo: tenemos esta frecuencia, haz la radio que quieras». Así fue como Kostas Arvanitis se situó al frente de una emisora nacida hace 17 meses.

23 ene 2015 . Actualizado a las 18:58 h.

«Alex Tsipras me dijo: tenemos esta frecuencia, haz la radio que quieras». Así fue como Kostas Arvanitis se situó al frente de la Radio Roja, una emisora nacida hace 17 meses. «Yo no soy miembro de Syriza, pero sí soy de izquierdas, esta radio es de izquierdas», explica.

Estos días da sus primeros pasos también la televisión roja. Arvanitis muestra un debate entre miembros de diferentes partidos. Caben todos excepto los neonazis de Amanecer Dorado. No hace mucho Arvanitis trabajaba en otra televisión. La pública. Presentaba un programa matinal en la ERT con Marilena Katsimi. Tenían audiencia. Pero un día trataron una noticia publicada por el británico The Guardian, en la que se contaba que manifestantes que habían sido detenidos tras enfrentamientos con los neonazis acusaban a la policía de torturas. Arvanitis y Katsimi fueron despedidos. «Fue una decisión de Antonis Samaras [actual primer ministro]», denuncia el periodista. Meses después, en junio del 2013, el Gobierno cerró el canal, donde trabajaban 2.600 empleados. Reabrió con solo 700.

Arvantis cree que, si Syriza llega al Gobierno, tiene el reto de cambiar la televisión pública. «Es un instrumento de los gobiernos y tiene que defender la libertad de expresión de la derecha, la izquierda y el centro».

Otra cosa es lo que pasará con su cadena. Arvanitis promete que el canal criticará «las políticas del Gobierno y analizará los datos», pero que continuará con su línea, que no esconde. Usan como cortinillas radiofónicas versiones de La Internacional. En la mesa del despacho de Arvanitis se puede ver una pequeña figura de Lenin. Y las paredes son un collage de la reivindicación. Palestina, las limpiadoras despedidas, los recortes. «Pero no todos los que producen los programas son de izquierdas», se justifica el director.

En la cafetería espera su turno Colin Fox, líder del socialismo escocés. Lo entrevista María Lila. En la cadena trabajan cincuenta empleados. Revolotean por las escaleras. Son varios pisos, pero de espacio reducido. Todo se aprieta más cuando llega Pablo Iglesias para ser entrevistado por Arvanitis. Iglesias habla de Grecia, de España, la democracia. Y de su programa, La tuerka.

La Radio Roja, con un presupuesto de 20.000 euros al mes, no llega a toda Grecia, aunque sí tiene audiencia en las principales poblaciones. Calculan que tienen entre 25.000 y 30.000 oyentes en la capital Atenas. También están en la Red (stokokkino.com). Y no solo hablan de política. «Tenemos espacios culturales, colaboramos con obras de teatro, lanzamos publicaciones... También hemos ayudado a Palestina y a Kobani», cuentan. «Somos más radicales que Podemos», presume Arvanitis ante la periodista española. Y se despide con un «venceremos».

«Somos más radicales que Podemos», presume el director de la Radio Roja