Irán se ofrece a Irak para arrebatar al Estado Islámico la ciudad de Ramadi
INTERNACIONAL
Más de 3.000 milicianos chiíes, preparados para combatir a los yihadistas
19 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En una controvertida decisión entre la mayoritaria población suní de Al Anbar, el Gobierno iraquí ha aceptado la ayuda de las milicias chiíes apoyadas por Irán para recuperar la capital de esta provincia, Ramadi, que cayó el domingo en manos del Estado Islámico (EI). Más de tres mil combatientes chiíes de las Unidades de Movilización Popular se dirigen a la localidad donde al menos 500 personas ya han perdido la vida en los tres días de asedio. La operación se prevé sangrienta y, aunque han reconocido la ventaja de los extremistas, Bagdad confía en recuperar la ciudad en los próximos días.
Ramadi, a escasos cien kilómetros de Bagdad, es una estratégica ciudad suní donde las tropas de EE.UU. mantuvieron intensos combates durante los once años de ocupación y donde se registró una fuerte oposición al anterior Gobierno proiraní de Nuri al-Maliki. Muchas de las tribus suníes eran reacias a colaborar con las fuerzas de seguridad centrales, pese a la amenaza del EI. Sin embargo, como ocurriera hace un mes y medio en la reconquista de Tikrit, en la provincia de Saladino, las tropas de Irak lucharán con las experimentadas milicias chiíes.
La operación de Tikrit estuvo liderada en la sombra por Qasem Soleimani, comandante de Al Quds, la unidad de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán. En esta ocasión, además del apoyo a las milicias, Teherán se ha ofrecido a intervenir directamente. «Si el Gobierno iraquí solicita oficialmente a la república islámica que dé cualquier paso para ayudarle a enfrentarse [al Estado Islámico], atenderemos esa llamada», dijo un asesor del ayatolá Alí Jamenei. Precisamente ayer, el ministro de Defensa iraní, Hosein Dehghan, se reunió en Bagdad con su homólogo iraquí, Jaled al Obeidi, para analizar la situación de seguridad.
Estados Unidos descarta el despliegue de fuerzas terrestres para reconquistar Ramadi. La caída de esa localidad en manos del EI no cambiará la estrategia de Barack Obama, centrada en bombardeos aéreos y en armar y entrenar a los soldados iraquíes. A petición de las fuerzas de seguridad iraquíes, los cazas estadounidenses han intensificado los bombardeos contra posiciones del EI en Ramadi, realizando 19 ataques aéreos en 72 horas.
Además de los cientos de bajas, entre civiles y miembros de fuerzas de seguridad, se estima que entre 6.000 y 8.000 personas han huido de Ramadi. El grupo yihadista asegura que controla toda la provincia de Al Anbar, desde que el domingo se hiciera con el último cuartel militar en manos de los iraquíes.
Ataques a Palmira
En Siria, continuaban ayer los combates en torno a la antigua ciudad de Palmira, después de que las tropas del régimen de Bachar al Asad repelieran la entrada de los yihadistas. Los extremistas se retiraron de la mayoría de los barrios del norte y la lucha se concentró ayer en la periferia lejos de las valiosas ruinas, donde se apoderaron de dos campos de gas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Esta oenegé ha denunciado que además de las más de 300 muertes que dejaron los combates entre el jueves al domingo, al menos cinco civiles, incluidos dos niños, murieron ayer alcanzados por cohetes del Estado Islámico.