El Eurogrupo pone en manos de los parlamentos aceptar definitivamente el rescate griego
INTERNACIONAL
Las cámaras de Alemania, FInlandia, Austria, Holanda, Estonia y Eslovaquia deberán hacer una consulta sobre el rescate
15 ago 2015 . Actualizado a las 20:43 h.Los ministros de Finanzas y Economía de la eurozona, el Eurogrupo, han pasado este sábado a los parlamentos nacionales la potestad de dar su visto bueno definitivo al acuerdo sobre el tercer rescate de Grecia, aprobado la noche del viernes, y que implica el préstamo a Grecia de 86.000 millones de euros con el fin de sanear la economía del país. Después de seis horas de negociaciones, los 19 ministros de los países del euro, dieron su respaldo al acuerdo logrado previamente a nivel técnico entre Atenas y sus acreedores internacionales.
El Parlamento griego aprobó el pasado jueves el texto negociado tras un debate intenso y con el apoyo de la oposición, una votación en la que el partido gobernante Syriza salió debilitado al haber hasta 47 de sus diputados que se mostraron contrarios a la formación. Ahora será el turno de los parlamentos de Alemania, Finlandia, Austria, Holanda, Estonia y Eslovaquia, países cuyas leyes nacionales les obligan a pasar ese trámite para que el rescate tenga validez.
El pleno del Congreso español también llevará a cabo un debate sobre este particular el próximo martes. Pese a no estar obligado a ello, el gobierno ha pedido que se celebre. Una vez que se cumplan estos procedimientos en los parlamentos nacionales, el consejo de gobernadores del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), se reunirá el próximo miércoles por la tarde para aprobar el acuerdo de financiación del programa, de manera que se desbloquee un primer tramo de 26.000 millones de euros. Todo ello de cara a que el jueves día 20, cuando Grecia debe hacer frente al pago de 3.4000 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE), Atenas cuente con una primera inyección de 13.000 millones de euros. A continuación, recibirá otros 3.000 millones de euros en uno o dos tramos en septiembre u octubre, siempre y cuando cumpla las medidas específicas, lo que supone en total 16.000 millones.
De esta forma, Grecia podrá devolver los 7.160 millones de euros que ha recibido como crédito punte de la Unión Europea (UE) y hacer frente tanto a los pagos al BCE y al FMI, como a saldar facturas «domésticas». En cuanto a la recapitalización de la banca, se trasladarán inmediatamente 10.000 millones de euros a una cuenta específica del MEDE y otros 15.000 millones se desembolsarán tras una primera revisión del rescate antes del 15 de noviembre, teniendo en cuenta exigencias como el análisis de la calidad de los activos y las pruebas de resistencia. También se acelerará para antes de finales de año la creación de un fondo de privatizaciones al que se transferirán activos públicos por valor de 50.000 millones de euros, incluidas las acciones en bancos griegos después de su recapitalización.
A pesar de la concreción de estos detalles en el acuerdo, el Eurogrupo no ha conseguido aún del FMI un compromiso vinculante de su participación en el tercer rescate, como había solicitado explícitamente Alemania. El Fondo ha aplazo su decisión a otoño, ya que quiere conocer primer las reformas fiscales llevadas a cabo por Grecia, y cuando espera que «se haya evaluado la necesidad de medidas adicionales y acordado un posible alivio de la deuda», según explicó al término de la reunión el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
La directora gerente de esa institución, Christine Lagarde, celebró el acuerdo pero hizo hincapié en que la deuda helena es «insostenible» y deberá considerarse «un alivio significativo» si se quiere tener éxito. Según reconocieron ministros como el titular español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ahora la mirada está puesta en los posibles «riesgos» para el programa de rescate como supone la «potencial inestabilidad política en Grecia».
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, debe hacer frente ahora a las disidencias internas que amenazan la estabilidad de su Gobierno, mientras que medios locales, que citan fuentes gubernamentales, aseguran que el Ejecutivo convocará una moción de confianza sobre su líder después del jueves. Con el pacto, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró por su parte que el mensaje es «claro»: «Grecia es y seguirá siendo irreversiblemente un miembro de la zona del euro»