Peña Nieto abre la carrera de las presidenciales con su remodelación del Gabinete
INTERNACIONAL
Los cambios se leen en clave sucesoria, al tiempo que se cobran las cabezas responsables de la mala gestión de los asuntos que desgastan al Gobierno
29 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los cambios que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, introdujo en su Gabinete a mitad de mandato, en un momento en que pierde popularidad, se leen en clave sucesoria, al tiempo que se cobran las cabezas responsables de la mala gestión de los asuntos que más están desgastando al Gobierno.
La desaparición de 43 estudiantes en Iguala le costó la cartera de Desarrollo Agrario a Jesús Murillo, que asumió hace seis meses desde su cargo de fiscal general; la fuga del Chapo Guzmán castigó a Monte Alejandro Rubido, que deja la Comisión Nacional de Seguridad; y el pobre balance de la lucha contra la pobreza le cuesta una degradación a la responsable de Desarrollo Social, Rosario Robles, que se marcha al Agrario.
Premia Peña Nieto a la hasta ahora titular de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, que tuvo cargos en la Procuradoría General y en el Sistema Nacional de Seguridad, con la Cancillería. El canciller, José Antonio Meade, se va a una secretaría con más visibilidad, Desarrollo Social. Los analistas consideran que Peña Nieto empuja así a uno de sus más estrechos colaboradores, que tiene una sólida trayectoria también como ministro de Felipe Calderón, hacia la carrera por la presidencia.
La complicada Secretaría de Educación recae en el hasta ahora jefe de la Oficina de la Presidencia. Aurelio Nuño, que reemplaza a un enfermo Emilio Chayffet, es uno de los cambios más significativos y lo coloca también rumbo al 2018.
Los diez cambios del presidente fueron valorados desde la oposición como irrelevantes. Lo cierto es que sus dos hombres fuertes, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y Luis Videgaray, titular de Hacienda siguen en sus puestos. Los dos siguen como presidenciables, aunque los expertos creen que sus opciones se complican, por el culpa del desgaste que han sufrido, el primero como último responsable de la fuga del Chapo Guzmán y el segundo por la declinante situación económica.