Londres tiene lista ya la papeleta del referendo sobre la UE, pero sigue sin fijarse la fecha
INTERNACIONAL
A Cameron le conviene más que el referendo se celebre más pronto que tarde, pero la fecha barajada -el 23 de junio- genera más rechazo que simpatía
27 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Permanecer o abandonar la Unión Europea. Con esos dos claros verbos escritos en las papeleteas, los electores británicos tendrán que decidir su relación con Bruselas en el próximo referendo, según el borrador que presentó ayer el Gobierno de David Cameron para dicha cita, que sigue sin tener fecha definitiva.
Si bien el primer ministro, había apostado por preguntar con un claro «sí o no» a seguir en la UE como el enunciado para la papeleta, finalmente aceptó la sugerencia de la Comisión Europea de cambiarlo por el actual. El siguiente paso es confirmar la fecha de la consulta, pero la quimera de opciones y factores a tener en cuenta es cada vez más impredecible.
En principio se baraja el 23 de junio como fecha ideal, pero eso implicaría que los objetivos de la renegociación de la relación con la UE se obtuviesen en la cumbre del Consejo Europeo del 18 de febrero. Sin embargo, ayer el ministro de Asuntos Exteriores británico, Philip Hammond, fue rotundo. «Es inadecuado e imprudente», recalcó, consciente de que hay problemas más urgentes sobre la mesa para los Veintiocho, como lidiar con la actual crisis migratoria y el espacio Schengen.
Las otras citas electorales
Otro factor que no hay que olvidar es que Londres tendrá elecciones a su alcaldía el 5 de mayo, por lo que una llamada a las urnas un mes más tarde para el referendo podría causar «fatiga de los votantes», reconocen desde Downing Street, sabedores de que en la capital británica son más favorables a la UE que en el resto del país.
Desde Escocia tampoco ven con buenos ojos esa fecha porque la campaña de la consulta coincidiría con las elecciones al Parlamento escocés del 5 de mayo. De hecho, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, puso el grito en el cielo, urgiéndole a Cameron a que pusiese la cita otro día. En esa línea, Tony Blair quiso echar más leña al fuego y dijo que si su país vota romper con Bruselas, lo siguiente que ocurrirá es que Escocia saldrá del Reino Unido.
A priori, a Cameron le conviene más que el referendo se celebre más pronto que tarde y los empresarios quieren que se acaben cuanto antes el debate sobre un posible Brexit y evitar una innecesaria inestabilidad de los mercados. Pero lo cierto es que el premier tiene de margen hasta finales de 2017 y la única regla a día de hoy son las diez semanas que exige el Parlamento para la aprobación de la consulta.