Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países aliados acordaron desplegar 4.000 soldados en Polonia, Letonia, Lituania y Estonia
09 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países aliados dieron ayer el plácet definitivo para comenzar el despliegue de cuatro batallones en Polonia, Letonia, Lituania y Estonia que contarán finalmente con un total de 4.000 soldados, de los que un millar procederán de Estados Unidos y 500 de Reino Unido, como anunciaron Barack Obama y David Cameron, respectivamente. El resto, aún está por determinar.
Como era de esperar, Rusia no se ha tomado demasiado bien esta decisión al considerar que supone una «amenaza» para su seguridad. La respuesta se la dio el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg: «Todo lo que hacemos es defensivo, proporcional, transparente y plenamente consistente con nuestras obligaciones internacionales. Nuestra posición está clara. La OTAN no busca la confrontación. No queremos una nueva Guerra Fría. La Guerra Fría es historia y debería quedarse en la historia».
Una de las claves de este batallón es que será multinacional, de forma que se reforzará el leitmotiv sobre el que pivota la Alianza y que ayer reiteró su máximo responsable: «La agresión a uno de nuestros aliados es una agresión a los 28», zanjó.
Durante la primera jornada de la cumbre que termina hoy, los líderes también declararon «operacional» el escudo antimisiles en el que España juega un papel esencial al permitir la presencia en Rota de barcos estadounidenses. El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, acudió a Varsovia y en declaraciones a los medios aseguró que espera concretar «pronto» cuál será la aportación de nuestro país a estos cuatro nuevos batallones, cuya creación «apoyamos decididamente».
En este sentido, Rajoy defendió el papel «clave» que España ha jugado en los últimos años para contribuir al «notable fortalecimiento» de la defensa colectiva aliada, al tiempo que subrayó que «se está incrementando el gasto y la inversión», una de las históricas peticiones de la OTAN ya que España es uno de los países con un capítulo más austero en esta materia. En el apartado de las demandas, el presidente abogó por destinar parte de los esfuerzos al Sur, a países como Libia que se está convirtiendo en una amenaza creciente por el auge del yihadismo.