El gobernador de Indiana, un ultraconservador que apoyó a Ted Cruz, está bien conectado en el Capitolio
15 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Todo apunta a que detrás del misterio está el nombre de Mike Pence. Eso es al menos lo que sostiene el diario The New York Times según el cual, «los consejeros del magnate ya han comunicado a miembros del Partido Republicano que Pence es el hombre elegido para ser vicepresidente» en caso de que Trump gane las elecciones. De ser así, la decisión deberá ser refrendada en la convención nacional republicana en Cleveland donde el partido tendrá la última palabra, pero todo apunta a que no pondrá muchas pegas.
El también gobernador de Indiana es un político que gusta a los republicanos. Pence mantiene intacta la condición que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, pidió en las últimas horas al millonario: «Que sea conservador». Pence es algo más. Es ultraconservador. Apoyó durante la campaña de primarias a Ted Cruz, un hombre con posiciones situadas en la derecha más radical.
A sus 57 años de edad el republicano es la herramienta perfecta para que Trump se reconcilie con su partido. Necesita unidad y Pence se la puede proporcionar. Sus diez años de congresista le han servido para que sus contactos y relaciones en el Capitolio todavía sean excelentes, justo lo que el magnate precisa: «Si Trump quiere moverse con seguridad en Washington, Pence es su hombre», aseguran analistas de la CNN. Además y a pesar de no ser una figura excesivamente conocida, su carácter tranquilo beneficiaría a un Trump anclado en su personaje de showman de reality televisivo.
En las últimas semanas Trump y Pence han estado jugando juntos al golf en Nueva Jersey y han pasado unos días en la casa del gobernador. «Estamos listos para un cambio, para poner a un luchador, a un constructor, a un patriota en el Despacho Oval. Estamos listos para que Donald Trump sea nuestro próximo presidente», dijo un Pence eufórico el martes en un mitin con el magnate. Horas más tarde y según varios medios estadounidenses, Trump habló con otros vicepresidenciables que llevan semanas figurando en todas las quinielas: el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y el senador Jeff Sessions.
Tras el revuelo mediático, algunos de los asesores más cercanos a Trump trataron, sin éxito, de frenar la cascada de reacciones por el supuesto nombramiento de Pence: «Donald Trump todavía no ha tomado una decisión», publicó en Twitter Jason Miller, consejero del magnate. Poco después, la convocatoria de prensa llegaba a los correos de las diferentes redacciones, confirmando que el anuncio tendrá lugar hoy a las 11.00, hora local, en el hotel New York Hilton Midtown de Manhattan.
Los nuevos Panteras Negras protestarán armados en la convención republicana
No hay nada que puedan hacer las autoridades de Cleveland (Ohio), para evitar que se porten armas durante la convención nacional republicana. La ley no lo contempla y en ello se ampara el grupo Nuevo Partido Panteras Negras. «Si es un Estado que permite portar armas a la vista ejerceremos nuestro derecho de la Segunda Enmienda de la Constitución», adelantó el presidente del movimiento, Hashim Nzinga. Son aproximadamente 200 personas las que desde ayer y hasta el próximo lunes (día de arranque del evento) se concentran para defender la «unidad afroamericana» en lo que denominan «convención nacional de los oprimidos».
Los nuevos Panteras Negras nacieron en Dallas en 1989 y abogan sin pudor por el poder de los negros y el odio hacia los blancos. El grupo guarda similitud con el movimiento nacionalista de los Panteras Negras de finales de los sesenta, aquel que se enfrentó contra la estrategia pacífica de Martin Luther King Jr. Hoy, pistola en mano, alzan la voz en uno de los momentos de mayor tensión racial del país obligando a las autoridades de Cleveland a desplegar un dispositivo de seguridad sin precedentes: «Nuestra misión es hacer cumplir la ley. Si la ley dice que se pueden llevar armas, eso es lo que dice. Que yo esté de acuerdo o no, es otra cosa», dijo un resignado Frank Johnson, alcalde de la ciudad, que tiene que ver cómo las autoridades sí pueden prohibir pistolas de agua o cuerdas en el perímetro del recinto que acogerá la Convención.
La tensión no solo está garantizada por los últimos acontecimientos que EE.UU. ha sufrido tras el asesinato de cinco policías en Dallas y las muertes de dos hombres negros a manos de agentes, también por la propia motivación política. Según sondeos de NBC News, Donald Trump obtendría el 0% de apoyo por parte de la comunidad negra en estados clave como Pensilvania y el propio Ohio. Allí Trump no es bien recibido, a pesar de que será el escenario donde se le nombrará candidato. A estos datos hay que sumar los de The New York Times, que sostiene que un 70% de americanos creen que la situación racial en el país es «mala». En las últimas horas, el presidente Barack Obama ha mostrado su preocupación por la creciente escalada de tensión reconociendo que el país «aún no está cerca de resolver las diferencias entre la policía y las comunidades minoritarias».