Lo bendijo con un discurso en el que dejó claro que es la mejor opción para garantizar la estabilidad
29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A Abdelfatah Al Sisi le ha tocado la lotería: ha logrado un apoyo claro y con pocas críticas del líder internacional con más predicamento desde que irrumpió en la escena global hace cuatro años, Jorge Mario Bergoglio. Aupado al poder en 2013 tras un golpe de Estado y convertido en presidente con unas elecciones fraudulentas al año siguiente en las que logró un apabullante 96 % de votos, el militar egipcio obtuvo ayer la legitimación del papa, quien tras reunirse con él en El Cairo lo bendijo con un discurso en el que dejó claro que es la mejor opción para garantizar la estabilidad e intentar evitar la persecución de los cristianos.
«El desarrollo, la prosperidad y la paz son bienes irrenunciables que merecen cualquier sacrificio». Son las prioridades del pontífice para Egipto. Solo puso Bergoglio un pero: «Respeto incondicional de los derechos inalienables del hombre, como la igualdad entre todos los ciudadanos, la libertad religiosa y de expresión, sin ninguna distinción», dijo, citando la declaración universal de derechos humanos.