Rodrigo, José Maria, Gonçalo, São, Bianca: las víctimas comienzan a tener nombre

La Voz LA VOZ / REDACCIÓN

INTERNACIONAL

PATRICIA DE MELO MOREIRA | afp

Uno de los primeros en ser identificado fue un pequeño de cuatro años que falleció dentro del vehículo que conducía su tío

20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los medios de comunicación portugueses comenzaron ayer a dar los nombres y las terribles historias de las primeras víctimas mortales del pasado fin de semana.

Rodrigo fue uno de los primeros en ser identificado. El pequeño tenía cuatro años y falleció dentro del vehículo que conducía su tío Sidel, también fallecido, al quedar atrapado por el fuego después de sufrir un accidente en la carretera de la muerte. Rodrigo estaba con su tío porque sus padres se encontraban de luna de miel en Cabo Verde.

José Maria y São Graça era una pareja que, según el Jornal de Noticias, estaba pasando el fin de semana en la localidad de Facaia, una de las más afectadas por el fuego. Huyeron en su coche y quedaron atrapados en la tristemente famosa carretera, la Nacional 236. Allí también murieron Cristina y Eduardo Costa. Según la prensa, habían ido a pasar unos días con la madre de Eduardo. La pareja pereció en la carretera, la madre está en el hospital.

Fernando Abreu, de 60 años, también pereció atrapado entre los hierros de su vehículo, junto con su mujer y sus padres. Y a pocos metros, en la misma carretera, fue hallada Bianca, de 4 años, que intentaba huir con su abuela. Ambas murieron entre los hierros del automóvil. A todos ellos se suman numerosas familias todavía sin nombre: una madre con sus dos hijas, de 4 y 6 años; una pareja con dos niños de 3 y 5; dos familias enteras, ocho personas; la anciana que se negó a dejar su vivienda en Avelar, o varios trabajadores de la fábrica textil Albano Morgado. Ana Morgado, propietaria de la industria, situada en la localidad de Sarcedas de San Pedro, declaró al Jornal de Noticias: «Quien se quedó en casa, logró sobrevivir. Quien huyó, murió».