Pily Burton murió en el hospital en enero, siete meses después de ser rescatada de las llamas del rascacielos
05 jun 2018 . Actualizado a las 11:39 h.La víctima 72 del incendio de la torre Grenfell en Londres es gallega. María del Pilar Burton, Pily para su familia y amigos, era de Ferrol, y murió tras pasar siete meses en el hospital después de ser rescatada con vida por cuatro bomberos cuando se encontraba junto a su marido en la planta 19 del rascacielos. «A ella le gustaba hablar con todos, y cuando digo con todos, era con todo el mundo. Si se subía a un ascensor, cuando salía se sabía el nombre y la historia familiar de cada uno», comentó Nicholas Burton, marido de Pily, mientras daba su testimonio durante las audiencias con las que ayer comenzó la comisión pública que investiga el fatídico incendio del que se cumple un año el próximo 14 de junio.
Nicholas conoció a Pily un domingo del año 1983 haciendo lo que más le gustaba, bailar en una discoteca española de Londres. Fue un amor a primera vista, un flechazo, a pesar de que el hecho de que la gallega fuese más mayor que él hizo creer al británico que estaba fuera de su alcance. Poco a poco se hicieron inseparables y se fueron a vivir juntos. «Yo fui mudándome calcetín a calcetín, hasta que mi madre me preguntó, ¿pero donde está tu ropa? Le respondí que tenía novia, y más o menos de su edad», explicó Nicholas al recordar su relación.
Pily fue una de las primeras residentes de la torre Grenfell. Allí se mudó a vivir en los años 70. Estaba separada de su primer marido y su único hijo, Víctor, se había independizado con su mujer y la habían hecho abuela. En aquel piso siempre había gente deseosa de comer su famosa paella. Y siempre había música. Unos días era el padre de Pily, quien cantaba en un coro; otros sonaban canciones celtas; y otros, Three Little Birds, de Bob Marley, la misma canción que se oyó en su funeral y de cuya letra hizo su bandera, recordándole cada día a su marido que no se preocupase, que todo iba a ir bien.
Emigró de adolescente
Los padres de Pily emigraron a la capital británica desde Ferrol cuando era una adolescente y compraron una casa. Hablaba inglés sin ningún tipo de acento español, además de dominar el portugués, el italiano y el francés. «Era una persona con don de gentes», recordó Nicholas. Los padres pasaban seis meses en Galicia y seis en Londres, pero cuando su salud empeoró se quedaron a vivir en la torre Grenfell.
En menos de un año fallecieron ambos, y también su hermano, José María, en un accidente de coche. Eso resultó devastador para Pily y en el 2015 fue diagnosticada con inicios de demencia, lo que la obligó a retirarse de su puesto como gestora de contratos de los hospitales de la zona. «Fue muy difícil, era muy independiente y todo su mundo se vino abajo», puntualizó Nicholas, antes de pasar a dar detalles de la noche del incendio.
Fue una de las primeras residentes de la torre, tras instalarse en la década de los 70 Ambos se habían quedado dormidos en el sofá viendo una película en compañía de su perro. Se despertó por la magnitud de las llamas, pero se dio cuenta de que era imposible cargar con Pily los 40 tramos de escaleras que les separaban de la calle, por lo que esperaron en el baño a ser rescatados. «Yo estaba convencido de que estaba muerta, pero gracias a un milagro sobrevivió a la inhalación de humo y fue ingresada», comentó. Encontrarla no fue fácil, la habían llevado a otro hospital diferente al de él y tardó casi 24 horas en que le confirmasen que había sobrevivido. Cuando por fin la visitó se dio cuenta de la gravedad de su estado y cómo el trauma sufrido afectó a su diagnóstico previo.
Nicholas fue diciéndole a cuentagotas detalles del incendio en el que habían perdido su hogar, a su perro, a sus amigos e incluso las cenizas de sus padres que guardaban en el piso. Habían perdido todo, pero lo peor estaba por llegar. En enero, Pily sufrió una hemorragia cerebral y falleció el 29 de ese mismo mes.
La comisión pública que investiga lo ocurrido examinó ayer las causas del fuego, destacando que el revestimiento del edificio no había sido nunca sometido a pruebas antiincendios y que no respetaba las normas de construcción. Además, la investigación aclarará si los bomberos ordenaron a los vecinos de la torre quedarse en casa, cómo empezó el fuego y por qué se extendió tan rápidamente por todo el edificio.