Arranca la lucha por suceder a May con el «brexit» como gran campo de batalla

Rita Á. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Theresa May, durante una de sus infructuosas visitas a Bruselas
Theresa May, durante una de sus infructuosas visitas a Bruselas STEPHANIE LECOCQ

Tras su renuncia, la primera ministra seguirá en funciones hasta finales de julio

08 jun 2019 . Actualizado a las 09:49 h.

Tras una semana intensa, con la visita al Reino Unido de Donald Trump y el homenaje a los soldados británicos caídos en el Día D, Theresa May se despidió este viernes como líder del Partido Conservador. Su adiós abre un proceso de sucesión que estará marcado por las discrepancias sobre cómo y cuándo el Reino Unido decidirá salir de la UE. El rumbo que debe tomar el brexit será el principal reto de quien termine siendo el nuevo jefe de Gobierno en la segunda mitad de julio.

La discreción rodeó la despedida de May, que firmó su carta de renuncia al liderazgo del Partido Conservador y a la jefatura del Gobierno -que pasa a ejercer en funciones- sin hacer declaración alguna. Hace dos semanas anunció su dimisión, lamentando profundamente no haber podido materializar el brexit, tras el referendo del 23 de junio del 2016. Ahora permanecerá temporalmente al frente de Downing Street hasta que se elija a su sucesor, previsiblemente la semana del 22 al 28 de julio, momento en el que pasará a centrarse en temas de política interna que le preocupan, tal y como explicó su portavoz.

El proceso de primarias para elegir a su sustituto tendrá la primera gran cita el próximo lunes, cuando se cierra la inscripción de candidaturas. La actual lista de once nombres podría verse reducida si no consiguen los avales necesarios. A partir de ese momento, habrá una serie de votaciones -el 13, 18, 19 y 20 de junio- con el fin de ir eliminando candidatos hasta que solo queden dos, que serán sometidos a la votación de los 120.000 afiliados del Partido Conservador de la que saldrá el ganador final.

Cuando May se postuló a suceder a David Cameron no tuvo que someterse a la última votación porque su rival de entonces, la diputada Andrea Leadsom, decidió abandonar la carrera. Desde ese momento, la veterana política repitió hasta la saciedad su ya famosa frase «brexit significa brexit» y «lo convertiremos en un éxito», resaltando que no habría un segundo referendo y que se encargaría de que el país abandonara la UE. Pero, tras tres años en el cargo, se va con las manos vacías, o con un legado escrito en blanco, como remarca en portada la revista política satírica Private Eye.

Difícil solución a la salida de la UE

Sin embargo, con la partida de May no se allana el camino para poner solución al brexit, y así lo recordó el presidente de los Comunes, John Bercow, ya que Bruselas se niega a volver a negociar el acuerdo y en el Parlamento británico tampoco hay consenso para sacar adelante ninguna alternativa al acuerdo obtenido por la primera ministra.

Pese al intento por hacer una jornada de perfil bajo y sin mayores anuncios, varios diarios británicos apuntan a desencuentros entre May y uno de sus grandes aliados hasta la fecha, el ministro de Economía, Philip Hammond, acerca de los planes de la todavía primera ministra para hacer una serie de anuncios de gastos durante su tiempo restante en el cargo. De hecho, el Financial Times apunta a que Hammond estima que las propuestas podrían incluir costes de 10.000 millones de libras para aumentar el presupuesto de educación, que vendrían del apodado como «cofre de guerra» que el ministro tiene destinado a un cada vez más posible brexit sin acuerdo y que por ahora prefiere no tocar.