Cristina Fernández de Kirchner, inmune gracias al apoyo de la militancia

Guillermo Redondo BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

 Cristina Fernández de Kirchner abraza a su hija Florencia y junto a su hijo Máximo, en un acto durante su presidencia
Cristina Fernández de Kirchner abraza a su hija Florencia y junto a su hijo Máximo, en un acto durante su presidencia Nicolás Aguilera | Efe

29 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Fernández de Kirchner: incomprensible para la mitad del país y la representación de la mujer fuerte que se sobrepone a los problemas para algo menos de la otra mitad. Menos de la mitad porque incluso entre los votantes de Alberto Fernández hay quienes no la apoyan. Por un lado, no comprenden cómo quien tiene doce causas judiciales abiertas pueda presentarse a un cargo público. Por otra parte, creen y defienden que las causas que le imputan han sido inventadas por un organismo externo y antipatriótico manejado desde Washington. Sea como fuere, será la vicepresidenta de Argentina con la mancha de sus seis peticiones de prisión preventiva, con continuas solicitudes de permiso para viajar a Cuba, donde reside su hija, que también tiene requerimientos judiciales, y con múltiples causas que aún no han sido explicadas y emborronan el tablero político argentino. 

El memorando de entendimiento Argentina-Irán, Hotesur los Sauces, Cuadernos y Dólar Futuro son, entre otras, las causas pendientes de la expresidenta. Destaca también la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien estaba encargado de la investigación del memorando y apareció muerto de un disparo. Al fallecido -o asesinado- trataron desde el Frente de Todos de sacarlo de la contienda política durante la campaña electoral, lo que provocó todavía más dudas. Con su llegada a una vicepresidencia que le proporciona inmunidad mientras dure su mandato, las causas judiciales a las que se debe enfrentar seguirán presumiblemente abiertas, por el momento, aunque los votantes de la oposición temen que ya no se avance más en la investigación de las mismas.

Sin embargo, el primer indulto ya se lo han dado de forma popular. Es indudable que el voto de una parte del pueblo, la parte amplia que apoyó a la fórmula de los Fernández, el bloque duro de los votantes que les han permitido vencer en las elecciones presidenciales, le pertenecen a ella. Al menos los nueve millones que votaron al Frente para la Victoria en el 2015 y que ahora han renovado su apoyo, provienen de su candidatura. Por ello, Cristina Fernández de Kirchner aún levanta a su paso tanto odio como pasiones. Lo mismo inspira apoyo que incomprensión. Por eso camina entre la presunción de inocencia y la inmunidad.