La conferencia a favor de los migrantes venezolanos recauda 2.544 millones

R. Jimenez BRUSELAS / EFE

INTERNACIONAL

Un niño migrante venezolano come durante la parada del autobús que los lleva de regreso a su país
Un niño migrante venezolano come durante la parada del autobús que los lleva de regreso a su país LUISA GONZALEZ | Reuters

«Hemos probado que no es una crisis olvidada», dice el jefe de la diplomacia de la UE

27 may 2020 . Actualizado a las 08:42 h.

La conferencia de donantes en apoyo de los migrantes y refugiados venezolanos y los países latinoamericanos que los acogen reunió ayer contribuciones internacionales por 2.544 millones de euros, ante una llamada a la solidaridad en una situación agravada por el covid-19. De esas contribuciones, 595 millones de euros corresponden a donaciones, precisó la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

La conferencia fue convocada por el Gobierno español y la Unión Europea, con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de cara a reunir fondos para apoyar a las comunidades de acogida de los más de 5 millones de personas que han salido de Venezuela huyendo de la crisis política y económica.

Los participantes, entre los que hubo más de sesenta países y organismos internacionales, alertaron de la emergencia en la que se encuentran los venezolanos desplazados, con la amenaza añadida actualmente de la pandemia. «Hemos probado que no es una crisis olvidada», subrayó en una rueda de prensa el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.

Por su parte, González Laya confió en que las aportaciones sirvan «de acicate para lograr acuerdos políticos» en Venezuela, donde cree necesario «un proceso auténtico e integrador para restablecer la democracia y el Estado de derecho» mediante elecciones presidenciales «libres y justas».

Las instituciones de la UE y sus Estados miembros aportaron en total 231,7 millones de euros en donaciones. De ese total, la Comisión Europea, en concreto, anunció una contribución nueva por valor de 144,2 millones de euros, mientras que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ofreció 400 millones de euros en préstamos.

Borrell explicó que cada donante decidirá qué parte de su contribución va a ayudar a los países de acogida y cuál se destinará a remediar la situación dentro de Venezuela. Preguntado por las peticiones de Venezuela de que la ayuda internacional se emplee para organizar el retorno de sus ciudadanos, el alto representante dijo que, en el caso de que esta se dirija a los países de acogida, estos podrán utilizarla para tal fin, si la repatriación «es voluntaria y en condiciones seguras».

Si los donantes deciden que sus aportaciones van destinadas a paliar la crisis humanitaria dentro de Venezuela, puntualizó, se canalizarán a través de los agencias de la ONU y la Cruz Roja.

España, 50 millones

España comunicó una aportación de 50 millones de euros en tres años para apoyar a los principales países de acogida (Colombia, Ecuador y Perú), de los que 20 millones serán desembolsados este mismo año.

Estados Unidos recordó que su secretario de Estado, Mike Pompeo, ya anunció 200 millones de dólares (182 millones de euros) para ayuda humanitaria y al desarrollo para los venezolanos, entre los que se incluyen «más de 76 millones de dólares (69 millones de euros) en ayuda nueva» para asistencia humanitaria dentro de Venezuela y para los países de acogida.

Precisó que la nueva financiación también incluye 57,2 millones de dólares (52 millones de euros) en fondos de desarrollo para ayudar a los Estados de la región a largo plazo.

El presidente de Colombia, Iván Duque, agradeció el apoyo de los donantes, pero pidió un «rápido desembolso» y que se dé certeza a la forma en que lleguen las aportaciones, sea a las arcas del país o a los actores humanitarios. «Necesitamos que los aportes se consoliden en monto o en la periodicidad de desembolso», señaló y añadió que, «si no termina rápidamente esa dictadura en Venezuela, esta situación se va a agravar».

Para González Laya, el compromiso de España, como coorganizador de la conferencia, es «asegurarnos no solo de que conseguimos una financiación para este año, sino que los desembolsos y la predictabilidad para años siguientes también se atiende». 

Críticas a Maduro

En la cita también hubo críticas al Gobierno de Nicolás Maduro, al que la subsecretaria interina de la Oficina de Población de Refugiados de Estados Unidos, Carol Thompson O'Connell, calificó de «antiguo régimen».

«Seguiremos siendo catalizador de una solución pacífica a la crisis, como propusimos en el marco de transición democrática (...) Pese a los esfuerzos del antiguo régimen de Maduro por dificultar el acceso de la ayuda humanitaria en Venezuela, Estados Unidos continúa proporcionando ayuda», comentó.

El canciller brasileño, Ernesto Araújo, pidió a la comunidad internacional no «reverberar el silencio» del «genocidio silencioso» del régimen de Nicolás Maduro y actuar «sabiendo lo que pasa».

Por su parte, el ministro de Exteriores de Argentina, Felipe Solá, consideró que en Venezuela «no hay solución sin una política de negociación interna, de respeto a los instrumentos, la forma y la Constitución venezolana, y que sea generada de dentro hacia fuera y no obligada fuera hacia dentro, como algunos pretenden».

«Tendremos que seguir organizando conferencias de donantes mientras esté la dictadura venezolana», dijo por su parte el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.