Olaf Scholz: el socialdemócrata más «merkeliano»

Pablo L. Barbero BERLIN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Scholz se dejó fotografiar tras su cierre de campaña este sábado en Potsdam.
Scholz se dejó fotografiar tras su cierre de campaña este sábado en Potsdam. CLEMENS BILAN | Efe

Su estilo austero y anodino ha resultado ser su mayor fortaleza

26 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue durante un tiempo objeto de burlas por su tono de autómata y su estilo austero y anodino, pero lo que algunos veían como una debilidad ha resultado ser su mayor fortaleza. El vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, se ha convertido en el favorito para tomar las riendas de Alemania con un estilo que lo convierte en el «heredero» socialdemócrata de Merkel. El SPD escogió a Scholz como candidato sabiendo que -como la canciller ha hecho dentro de la CDU- es el más indicado para captar votos del centro. Y las encuestas indican que no se equivocaron, pues ha aupado al SPD a niveles que no conocía desde hacía lustros.

Nacido en Osnabrück en 1958, Olaf Scholz se unió al SPD a los 17 años. Entonces tenía cabello largo y coqueteaba con las ideas más de izquierda. Saltó al primer plano de la política durante la era del último canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder. Fue secretario general de la formación y defendió la Agenda 2010, el paquete de reformas neoliberales impulsada por Schröder.

Aquello provocó la escisión del ala más izquierdista, que formó el partido Die Linke (La Izquierda), marcando un punto de inflexión dentro de la socialdemocracia alemana. Pero Scholz se mantuvo fiel a la línea más conservadora. Su postura centrista lo llevó a quedar marginado por un tiempo en su propia formación.

Más tarde se convertiría en alcalde-gobernador de la ciudad estado de Hamburgo, y en el 2018 saltó de nuevo a la política nacional como ministro de Finanzas de la gran coalición CDU-SPD. Sustituyó en el ministerio al democristiano Wolfgang Schaüble, garante de la austeridad durante la crisis del euro.

Aunque Scholz no desbarató la rigurosa gestión financiera de su predecesor, sí mostró flexibilidad en el gasto público durante la pandemia, facilitando que el estado alemán se endeudara en contra de sus principios constitucionales. «Todo eso es caro, pero no hacer nada sería aún más caro», dijo Scholz. Unas palabras que bien le valieron una candidatura.