La maltesa Roberta Metsola, elegida presidenta del Parlamento Europeo

R. C. MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Roberta Metsola, durante su discurso tras haber sido elegida
Roberta Metsola, durante su discurso tras haber sido elegida JULIEN WARNAND | EFE

La política se convierte en la tercera mujer en ocupar el cargo, tras lograr el apoyo de socialdemócratas y liberales

18 ene 2022 . Actualizado a las 16:11 h.

La maltesa Roberta Metsola ha hecho historia este martes, al convertirse oficialmente en la tercera mujer que preside el Parlamento Europeo. En la primera votación, a las 11 horas, se confirmaba su elección con 458 votos a favor. Le hacía falta una mayoría absoluta, de 309 votos, y la ha superado ampliamente. La presidenta en funciones tras al muerte de David Sassoli, ha contado con el apoyo de su grupo, los socialdemócratas y liberales. Competía por el puesto con Alice Bah Khunke , de los Verdes -que logró 101 votos- y Sira Rego, de la Izquierda europea -que contó con 57 apoyos-. El conservador polaco Kosma Zlotowski, en cambio, retiró su candidatura en el último momento.

Era una victoria anunciada, pues además de ser la favorita, el lunes a media tarde se supo que su grupo había cerrado un acuerdo con los socialdemócratas y liberales europeos. El pacto fue anunciado por el propio S&D en sus redes sociales como una solución para «garantizar una mayoría estable hasta las elecciones del 2024». Dicho acuerdo incluye garantías de que habrá una «fuerte representación institucional» de la familia socialdemócrata -huérfana de líderes en las instituciones europeas tras el deceso de David Sassoli-. Además, se ha elaborado un documento de trabajo que recoge las prioridades del grupo, entre ellas la defensa del Estado de Derecho, los derechos de las mujeres y compromisos en materia de las reglas sociales y la dimensión social.

Una maltesa para feminizar el liderazgo de la Eurocámara

Con sus 43 años cumplidos el mismo día que se ha hecho con la presidencia de la Eurocámara, la popular Roberta Metsola es la persona más joven en llegar al máximo cargo de una institución comunitaria, la tercera mujer en liderar el Parlamento y la primera de Malta en asumir un puesto en la cúpula europea.

«Mi compromiso es que no me acobardaré ante decisiones difíciles y siempre representaré la visión de esta casa, en todas partes», dijo al presentar su candidatura ante el plenario de la Eurocámara en Estrasburgo, donde expuso su concepción del rol que ahora le toca como presidenta: construir consensos, escuchar, acercar las diferencias y sostener el centro.

Muchos detalles de la vida de la eurodiputada, que creció en un pequeño pueblo costero al noreste de Malta, el país mas pequeño de la Unión Europea (UE), apuntaban a Europa mucho antes de su aterrizaje en Bruselas. Se especializó en Derecho y Políticas en el Colegio de Europa de Brujas, la cantera de la diplomacia y funcionariado comunitarios, y fue una de las primeras estudiantes de su país en participar en el programa Erasmus.

Aún estudiante, hizo campaña por el sí en el referendo de adhesión a la Unión Europea de Malta en 2003 y un año después vio cómo su país se incorporaba al bloque comunitario con otros nueve socios en la que a día de hoy sigue siendo la ampliación más potente que ha acometido este.

Metsola, de hecho, se presentó a las elecciones europeas del mayo de 2004 con tan solo 25 años, aunque no logró un escaño. Meses más tarde, se incorporaría a la representación permanente de Malta ante la UE como consejera legal y de cooperación judicial. En el 2009 volvió a quedarse a las puertas de entrar en la Eurocámara en las elecciones de ese año -a las que se presentó junto a su ya marido, finlandés- y tres años después dejó la representación permanente maltesa para entrar en el Servicio Europeo de Acción Exterior, la entidad diplomática europea, como asesora legal.

La tercera fue la vencida, apenas un año después, en su apuesta por la Eurocámara: logró ganar el escaño en una votación para suplir el hueco que dejaba un diputado maltés saliente y se convirtió en una de las primeras mujeres de Malta en ser eurodiputada.

Renovaría su cargo en las elecciones del 2014 y del 2019. De su trayectoria, compañeros de grupo y rivales políticos destacan su labor en la Comisión de Libertades Civiles, donde aborda asuntos tan candentes como la migración o el Estado de derecho y ha investigado a Frontex por las alegaciones de sus devoluciones en caliente en el Mediterráneo.

Perteneciente al ala más liberal del Partido Popular Europeo, se declara defensora de los valores de la «solidaridad y dignidad»en materia migratoria y partidaria de normas para que los responsables de la corrupción en cargos públicos rindan cuentas, y también ha impulsado legislación para proteger a los periodistas de procesos legales abusivos destinados a silenciarlos.

El principal «pero» que le ponen los grupos progresistas y que ha sido un elemento de polémica durante la campaña ha sido el derecho al aborto, porque Metsola ha votado de manera sistemática en contra de todas las resoluciones o textos legislativos en torno a derechos reproductivos en la Eurocámara. El sentido del voto de Metsola tiene que ver con el caso «peculiar» de Malta, el único país de la UE que prohíbe la interrupción del embarazo bajo cualquier circunstancia y que negoció un protocolo especial junto a su tratado de adhesión para señalar que la Unión no interferiría en su política sobre este derecho reproductivo. Debido a esto, todos los diputados malteses, incluyendo los de grupos progresistas, se han opuesto sistemáticamente a los textos y resoluciones en los que se llama a ampliar el acceso a un aborto seguro. 

Metsola es madre de cuatro hijos varones y en su cuenta personal de Instagram comparte a menudo imágenes de los pequeños y escenas familiares, así como recetas de cocina y repostería, una de sus aficiones.