Los bulos del Kremlin, desde la desnazificación hasta el genocidio

Gabriela Consuegra
Gabriela Consuegra REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Una mujer porta una foto de Putin durante una manifestación para pedir la paz en Ucrania celebrada en Lisboa
Una mujer porta una foto de Putin durante una manifestación para pedir la paz en Ucrania celebrada en Lisboa RODRIGO ANTUNES

Estas son las cinco falsedades más relevantes que ha pronunciado Putin en los últimos días

02 mar 2022 . Actualizado a las 15:44 h.

La forma más efectiva de colar una mentira es convertirla en una media verdad. Mezclar información y desinformación, lo real con lo ficticio. Nada que no sepa el Gobierno ruso y que no haya hecho antes. No solo tienen la artillería mediática ideal para amplificar sus historias, sino que son capaces de construir discursos como enredaderas. La máxima manifestación de esta premisa: Vladimir Putin, que en los últimos días ha dado una cátedra de cómo crear no uno, sino varios bulos. A veces, haciendo un batiburrillo del pasado con el presente, atravesado por las interpretaciones y matizado con eufemismos. Otras, mintiendo tan descaradamente y a una escala tan masiva que la impresión genera confusión y hace titubear a quien lo escucha. En todo caso, merece ser desmentido. Bulo por bulo, aquí van las cinco falsedades más relevantes que ha pronunciado Putin.

Volodimir Zelenski, el nazi

Una mentira de tales dimensiones que al propio Zelenski se le ve con una expresión desencajada cuando afirma en un vídeo: «¿Nazi yo? Dile eso a mi abuelo». Bien: el mandatario ucraniano es judío. Su familia sufrió las consecuencias del régimen alemán y su abuelo combatió con el ejército soviético en contra del avance de Hitler. Por eso, cuando Putin se refería a la necesidad de proceder a una desnazificación de Ucrania incurría en un desvarío malintencionado sin pies ni cabeza. Además: «Te dicen que somos nazis, pero ¿cómo un pueblo que perdió más de ocho millones de vidas por la victoria del nazismo puede apoyar eso?», zanjó Zelenski.

Desarmar al ejército

¿A cuál? El presidente de Ucrania se ha visto en la necesidad de convocar a cualquier hombre adulto entre 18 y 60 años que sea capaz de sostener un arma para defender su territorio de la invasión rusa. El ejército nacional apenas es suficiente para proteger la capital. O intentarlo. Por eso, 13 soldados ucranianos se tuvieron que enfrentar a un buque de la Marina rusa en la isla de la Serpiente. Y por lo mismo murieron todos. Lo único cierto es que están recibiendo armamento de parte de otros países, especialmente miembros de la OTAN, pero armar a una guerrilla de civiles para combatir contra las tropas militares rusas —esas que sí son un verdadero ejército— es casi garantizar que ocurrirá una masacre y que las armas terminarán en poder del Kremlin.

Genocidio

Ya usaron la misma argumentación en la guerra de Georgia, así que no debería sorprender a nadie. Sin embargo, basta con decir que no se ha encontrado ningún rastro de genocidio contra rusos ni prorrusos en Ucrania. Desde el 2014, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE, ha mantenido una misión de observadores en Donbás para monitorear a ambas partes del conflicto y ni rastro. Partiendo de la dificultad que supondría esconder un acto de estas características, es fácil concluir que, una vez más, Putin miente.

Ucrania, el invento de Lenin

Que fue creada por los bolcheviques con Lenin como «autor y arquitecto». Pero, una vez más, la historia no da la razón a Putin. Lo único cierto es que el afán imperialista de Rusia los ha hecho intentar tomar Ucrania por todos los medios a lo largo de años y años. Pero lo curioso es que muchos historiadores aseguran que el origen de Ucrania es tan antiguo como el de la propia Rusia. O, lo que es lo mismo, que nunca fueron parte la una de la otra. De hecho, su origen se remontaría a una confederación de tribus medievales: la Rus de Kiev, aunque posteriormente derivó en un estado único que existió hasta el siglo XII. En todo caso, en 1991 Ucrania se independizó de la antigua Unión Soviética con un referendo que apoyó el 90 % de los ciudadanos. Ah, y que lo único que inventó Lenin en Ucrania fue la despiadada Comisión de Avituallamiento, que consistía en explotar a los campesinos disfrazando todo de una guerra contra los ricos: los kulaks, que eran propietarios de granjas y cabezas de ganado. La política de Lenin se resume en una frase: «Guerra despiadada contra los kulaks, muerte para todos».

La operación militar especial

Refinado juego de palabras para ocultar las claves: invasión y guerra. En principio, una «operación» se caracteriza por tener objetivos militares y geográficos concretos —según Putin, sus tropas iban para salvar a la población residente en las autoproclamadas repúblicas de Donesk y Lugansk de la amenaza ucraniana—. Pero no solo han trascendido estas fronteras para ir a Kiev, sino que han empleado la fuerza sin distinguir objetivos militares de la población civil. Así, una vez más, los hechos contradicen las versiones del Kremlin.