Tres líderes de la Europa del Este desafían el asedio a Kiev
INTERNACIONAL

Zelenski admite que Ucrania no entrará en la OTAN, pero será inflexible con la integridad territorial del país
16 mar 2022 . Actualizado a las 00:04 h.Los primeros ministros de la República Checa, Polonia y Eslovenia —Mateusz Morawiecki, Pietr Fiala y Janez Jansa, respectivamente— plasmaron este martes el compromiso de Europa del Este con Ucrania con un viaje hasta el Kiev asediado, a modo de desafío a Moscú y, también indirectamente, a Bruselas. Los tres jefes de Gobierno partieron de Polonia a primera hora en tren hacia Ucrania, un país donde día a día quedan pulverizados tramos de carreteras por los ataques rusos o son los propios ucranianos quienes cortan sus puentes, en un intento por detener el avance enemigo.
El objetivo era claro: reunirse con el presidente Volodímir Zelenski y «mostrar la solidaridad» del este europeo hacia Ucrania. Es decir, ir más allá de los pronunciamientos de apoyo o las promesas de suministros de armas emitidos desde Bruselas o las capitales de los Veintisiete.
El viaje a Kiev había sido, según Varsovia, acordado con los líderes de la UE en la cumbre de Versalles y contaba con el consenso de los dirigentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y la Comisión, Ursula von der Leyen. La versión polaca contrasta con la de Bruselas. En la UE solo admitieron estar «al tanto» del viaje. Más claramente, Michel mostró su malestar o incomodidad ante esa iniciativa, además de subrayar los «riesgos de seguridad» que implicaba la visita de tres líderes de la UE a Ucrania.
Antes del amanecer, las explosiones habían sacudido dos zonas residenciales de Kiev, dejando cuatro muertos, según informó el alcalde Vitali Klichko, antes de declarar un toque de queda de 35 horas para proteger a los ciudadanos. La artillería rusa no apuntó a ningún objetivo militar o estratégico, sino a viviendas de barrios humildes donde se han quedado aquellos que por sus escasos recursos no han podido huir. Un edificio de dieciséis pisos, en el distrito de Sviatoshynski, fue pasto de las llamas, dos de sus residentes perecieron y otros 35 fueron rescatados de entre los escombros.
El papel de los alcaldes
En medio de tanta destrucción una figura que está siempre a pie de calle para preocuparse por las víctimas o atender a los periodistas es el alcalde Klichko, todo un icono de la resistencia, y también uno de los principales objetivos de los rusos.
Su caso es solo un ejemplo del nuevo papel que desempeñan muchos alcaldes de Ucrania, como primera línea de defensa y, por ello, objetivos de guerra. En Melitópol, desde hace días se desconocía el paradero de su alcalde, Iván Fedorov. Habían denunciado su secuestro por parte de las fuerzas rusas y sus vecinos se habían manifestado exigiendo su liberación. Ayer, se hacia público que Fedorov ha sido acusado de terrorismo y permanece encarcelado en la región separatista prorrusa de Lugansk.
En Mariúpol, el teniente de alcalde denunció que las tropas rusas retienen a 400 personas, incluidos médicos y pacientes, «como rehenes» en el sótano de un hospital.
Las puertas de la OTAN
En medio del sonido de las bombas, la quinta ronda de negociaciones concluyó sin acuerdo, más allá del pacto para seguir hoy el diálogo. Las posiciones de ambas partes continúan aparentemente irreconciliables. Sin embargo, fuentes próximas a los negociadores hablan de cierta «aproximación».
Por lo pronto, Zelenski afirmó en un encuentro telemático con altos mandos militares de la Alianza Atlántica que su país va a tener que renunciar a integrarse en el bloque. «Ha quedado claro que Ucrania no es miembro de la OTAN. Lo entendemos. Somos gente comprensiva. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban supuestamente abiertas, pero ya hemos visto que no podemos entrar», se lamentó.
No obstante, Ucrania «no hará concesiones relativas a su integridad territorial», dejando claro que, como exige el Kremlin, no reconocerá Crimea como rusa ni las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk como Estados independientes. Mucho menos, los territorios ucranianos ocupados por Rusia durante la actual campaña, según dejó claro el principal negociador ucraniano, Mijailo Podoliak.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este martes la preocupación de la Alianza por que Rusia pueda orquestar una operación falsa que incluya la utilización de armas químicas en Ucrania, a la que ha acusado previamente de albergar ese tipo de armamento.
«Estamos preocupados por que Moscú pueda montar una operación de falsa bandera que posiblemente incluya armas químicas», indicó Stoltenberg en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros aliados de Defensa de hoy, miércoles, al tiempo que alertó de las «absurdas denuncias» de Moscú sobre «laboratorios bioquímicos y armas químicas en Ucrania». «Eso es solo otra mentira», comentó