Ramzan Kadyrov habría sido ascendido a teniente general por orden de Putin con la misión de «arrasar» la ciudad más asediada de la guerra
31 mar 2022 . Actualizado a las 16:54 h.Moscú niega una y otra vez que la invasión de Ucrania, a la que insisten en llamar «operación especial», atente de una forma cruel contra la población civil. ¿El bombardeo al hospital materno infantil en Mariúpol? Mentira. ¿El ataque al teatro en el que se refugiaban cientos de personas? Mentira. ¿La destrucción de edificios residenciales? Ni hablar. Repiten que sus objetivos son militares e incluso aseguran que proporcionan ayuda humanitaria en las zonas más devastadas por la guerra, como la propia Mariúpol. Sin embargo, en ese hipotético contexto, llamaría la atención la última decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, según recoge el diario The Guardian: nombrar teniente general a Ramzan Kadyrov, el líder de los chechenos, famoso por su crueldad en combate y por sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos en otras guerras, y contra su propio pueblo.
De acuerdo con la información del periódico británico, Kadyrov fue ascendido por su papel en la invasión y específicamente en Mariúpol, donde ahora encabezará la ofensiva. El líder checheno podría usar la oportunidad para «demostrar su lealtad a Moscú», pero también para pavonearse de «su propia impunidad».
En cualquier caso, consciente de que cobra importancia en el frente, Kadyrov ha dicho este miércoles que Moscú no hará concesiones en su guerra en Ucrania y que el negociador del Kremlin, Vladimir Medinsky, se había equivocado al sugerir lo contrario. En una declaración en su Telegram, que parece desviarse claramente de la posición oficial de Rusia, Kadyrov aseguró que el presidente ruso Vladimir Putin no va a detener lo que había empezado ya en Ucrania.
Hasta ahora se había hablado de la presencia de las tropas chechenas en Ucrania como una estrategia para asustar a la población, en una suerte de propaganda de intimidación macabra. Hace 15 días ya se había pronunciado sobre su papel en esta guerra: «El otro día estábamos a 20 kilómetros de vosotros, nazis. Ahora estamos aún más cerca», afirmó Kadyrov, que exigía a los ucranianos rendirse. De no hacerlo, les advierte que «acabaremos con vosotros».
Desde que anunció que entraba en el conflicto, Kadyrov ha compartido fotos y vídeos rodeado de cientos de soldados, reconocidos por su extrema brutalidad en combate. Así, registró su salida de Chechenia, su ingreso en Ucrania y su presencia en la ciudad de Mariúpol. Sin embargo, de acuerdo con The Guardian, los múltiples vídeos compartidos no fueron filmados en primera línea, «lo que sugiere que los chechenos pueden tener un papel tan importante en la propaganda como en la lucha».
Lo que sí recogen los partes de guerra ucranianos, que hacen seguimiento a la situación estratégica, es que muchos chechenos estarían patrullando detrás de las fuerzas de primera línea y disparando a los desertores. Pero la acusación más sombría es que serían los encargados de realizar interrogatorios de civiles, una especialidad de los seguidores de Kadyrov, que tienen un historial amplio de torturas y abusos.
En cualquier caso, independientemente del papel que asuman sus tropas, la guerra le ha ofrecido al líder checheno la oportunidad de mostrar su compromiso con Putin, el hombre en el que se basa su propia autoridad manchada de sangre. En la Segunda Guerra Chechena, que comenzó en 1999 y coincidió con el ascenso del jefe del Kremlin, los hombres de Kadyrov ayudaron a Moscú a tomar el control de la República Chechena a los rebeldes separatistas. Posteriormente, durante su mandato, también se han documentado desapariciones, asesinatos y ejecuciones por parte de sus fuerzas.
En todo caso, y a pesar de los múltiples horrores de la guerra, Kadyrov se muestra cómodo en los ambientes bélicos, ya que incluso se ha dejado fotografiar en Ucrania -presuntamente- junto a su hijo de 14 años para que conozca de cerca el frente de batalla.
Una visita a Rustam Geremeev
Esta semana, Kadyrov afirmó que un aliado clave había sido herido en combates en la ciudad sitiada de Mariúpol. Resultó que se trataba de Rustam Geremeev, un personaje relacionado con el asesinato en 2015 del líder del entonces líder de la oposición rusa, Boris Nemtsov. Por lo menos es lo que asegura la familia de Nemtsov, que ha insistido durante mucho tiempo en que Geremeev fue el autor intelectual del plan.
En esa ocasión, cinco chechenos fueron declarados culpables del asesinato (ya en el año 2017), pero el juicio fue denunciado por familiares y aliados del líder opositor como un fraude que buscaba encubrir que no se llevó a los culpables ante la justicia.