El Constitucional amonesta a Merkel por criticar a la ultraderecha como canciller
INTERNACIONAL
La excanciller, que se encontraba de viaje en Sudáfrica, reaccionó diciendo que haría un «comentario» por razones de «política interior»
16 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Tribunal Constitucional alemán amonestó ayer a la excanciller Angela Merkel por criticar en el 2020 a la ultranacionalista Alternativa para Alemania (AfD) y violar así su deber de neutralidad política. Con sus declaraciones de entonces la antigua jefa del Gobierno alemán violó el derecho a la igualdad de oportunidades de la formación ultraderechista. Merkel calificó, entre otras cosas, de «imperdonable» la polémica elección en febrero del 2020 como primer ministro de Turingia del liberal Thomas Kemmerich con los votos de su partido FDP, la CDU de Merkel y AfD.
El máximo tribunal debía abordar dos denuncias relacionadas con el caso, la primera contra Merkel por sus declaraciones y la segunda contra la publicación de sus palabras en páginas web oficiales. Ya abordó el tema en una vista oral el 21 de junio del 2021, pero ha tardado casi un año en publicar su veredicto, que se saldó con cinco votos contra tres.
Con sus declaraciones desde un cargo público, la antigua líder conservadora «cualificó negativamente a la demandante [la AfD] e influyó unilateralmente en la competencia entre los partidos políticos», señalaron los jueces del tribunal con sede en Karlsruhe.
La elección de Turingia
El caso tiene su origen en la votación del 5 de febrero del 2020 en el Parlamento regional de Erfurt para elegir al primer ministro de Turingia, cargo para el que se presentaba a la reelección Bodo Ramelow, de La Izquierda, que no obtuvo la mayoría suficiente en las dos primeras vueltas. En la tercera, inesperadamente Kemmerich se impuso a Ramelow por un solo voto gracias al respaldo de la CDU y la AfD. Era la primera vez y hasta ahora la única en la que AfD ayudaba a un político ajeno a sus filas a ser elegido primer ministro de un länder. Aislados por el resto de las formaciones políticas, los ultranacionalistas dieron pie a un escándalo político.
Merkel, que se encontraba de viaje en Sudáfrica, reaccionó diciendo que haría un «comentario» por razones de «política interior». El resultado de la votación en Erfurt «debe ser revertido», dijo entonces. Una decisión inusual, ya que los cancilleres nunca hablan de política nacional en el extranjero.