Tengo un sueño: quiero escribir el guion para la película basada en la narrativa autobiográfica Por caminos y senderos de la vida, escrita por Natalena Koroleva (1888-1966). En el libro leemos que el verdadero nombre de su autora es Carmen Alfonsa Fernanda Estrella Natalena Koroleva Dunin-Borkowska. Ella nació en San Pedro de Cardeña, cerca de Burgos, en el mismo pueblecito donde el Cid, antes de salir para el destierro, dejó a Jimena y a sus hijas. Su madre, María Clara de Castro de la Cerda y Medinaceli Fernández de Córdoba y Figueroa, que procedía de una familia aristocrática española con una historia larga, murió cuatro días después de dar a luz a la futura escritora. Su padre, un aristócrata polaco, entomólogo (o arqueólogo), se fue a países lejanos para estudiar insectos. La chica se quedó abandonada. Ella fue educada en el Convento de Notre Dame du Sion en Francia, el Instituto para Doncellas Nobles en Kiev y el Instituto Arqueológico en San Petersburgo. Ella estudiaba historia, arqueología, filosofía, medicina y teoría musical, dominaba varios idiomas (francés, polaco, español, árabe e italiano), participó en expediciones arqueológicas a Pompeya, Alejandría, Armenia e Irán y cantaba en la ópera.
Su primer trabajo, escrito en francés, se publicó en revistas de París en 1909. En 1914 ella estaba en Kiev para asistir a su padre enfermo. Trabajó como enfermera de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial y resultó gravemente herida. Su primer marido, Iskander ibn Kurush, un iraní que servía en el Ejército ruso, murió en combate en 1915. En 1919 ella se trasladó a Checoslovaquia con pasaporte ucraniano y bajo el nombre de Natalena Kovalevska trabajaba como traductora para la misión diplomática de Ucrania en Praga. En 1921 apareció su primer cuento ucraniano en el semanario Volia de Viena. Sus novelas y cuentos se publicaron en ucraniano en varias revistas. Natalena también traducía al ucraniano obras de otros autores. En Praga, se casó con Vasyl Koroliv-Staryi, un escritor y editor ucraniano, y se convirtió en Natalena Koroleva. Los esposos compraron una casa en Melník, un pueblecito en Checoslovaquia. Koroliv-Staryi murió en 1941 y Natalena se quedó viuda. Ella falleció en Melník a la edad de 78 años.
En el libro Por caminos y senderos de la vida Natalena Koroleva afirma que España es su patria espiritual. La imagen del país creada por ella es tradicional y católica. La escritora se compara a sí misma con el Mío Cid, santa Teresa de Jesús y don Quijote. La parte más enigmática de su autobiografía narra las relaciones amorosas platónicas que ella mantenía con el rey Alfonso XIII durante décadas. No sé si todos los hechos en el libro son verdaderos. Sin embargo, la historia de la vida contada por la escritora es algo arquetípico para nosotros, millones de ucranianos afectados por la guerra, abandonados en este mundo, intentamos contar nuestras vidas, como hizo Natalena Koroleva, para que nos escuchen.
Anteriores entregas
12 de julio «Ukraïner» en español
10 de julio David y Goliat
7 de julio ¿Por qué Mariúpol ha sufrido tanto?
6 de julio ConversaMariúpolción bajo la tormenta bíblica
5 de julio Iya kiva
4 de julio Saludos desde el sur de Ucrania
3 de julio Esqueletos en el armario
2 de julio ¿Adónde hemos llegado?
1 de julio Santa Teresa de Ávila y la cultura ucraniana
30 de junio El desfile de las orquestas bajo el sonido de las alertas aéreas
28 de junio El doctor Jekyll se quita la máscara
27 de junio Triste final de curso universitario en este 2022
26 de junio Ucrania renovará Europa
23 de junio La noche antes del examen
22 de junio El regreso a Europa
21 de junio El genocidio no es un pretexto informativo
20 de junio Cuando el helecho florece
18 de junio No es fácil hablar sobre la guerra
17 de junio Los dibujos animados contra la guerra
16 de junio Mirando vídeos de mis estudiantes
15 de junio El vals de la despedida
12 de junio Ucrania en la revista TTAK
10 de junio Los girasoles, el símbolo de Ucrania
9 de junio ¿Es Ucrania nacionalista?
7 de junio Guerra, ¿cómo te llamas?
5 de junio Pushkin ha vuelto
4 de junio Escuchen las voces de Ucrania
3 de junio El verano de nuestra victoria
2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv
31 de mayo ¿Es Rusia fascista?
30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos
29 de mayo Lesya Ukrainka
27 de mayo La guerra y el tiempo
26 de mayo Releyendo mi diario
25 de mayo Moisés
24 de mayo ¿Adiós Pushkin?
22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística
21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania
20 de mayo El genocidio en Ucrania
18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»
17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra
16 de mayo Nostalgia
14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)
13 de mayo Mi Galicia
12 de mayo Un congreso cultural pospuesto
11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido
9 de mayo Gregorio Skovorodá
8 de mayo Regalos para la fiesta
7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania
4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria
3 de mayo Historia del día de la victoria
1 de mayo Anabel
30 abril La resurrección de Ucrania
29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú
28 de abril Escaparse de la zona ocupada
27 de abril El «Guernica» de Picasso
26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa
24 de abril El Día del Libro
23 de abril La tragedia del sur de Ucrania
22 de abril El Jueves Limpio
21 de abril Una parábola sobre las burbujas
20 de abril El Martes Grande en Ucrania
19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis
18 de abril Las noticias de Mykolaiv
15 de abril Las diosas enfurecidas
13 de abril Hobbit y Gandalf
12 de abril La primavera
11 de abril La batalla por el «borsch»
10 abril Mi facultad en la guerra
9 de abril Folclore de la guerra
8 de abril El escándalo de una traducción
7 de abril ¿Qué es la rusofobia?
6 de abril Sigo recibiendo cartas
5 de abril El genocidio y la cultura rusa
4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana
3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás
2 de abril: Proyección interrumpida de películas
1 de abril: Oda al teléfono celular
31 de marzo: Llorad y rezad por Petro
30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas
29 de marzo: El 28 de marzo
28 de marzo: ¿Podemos repetir?
27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa
26 de marzo: Humor en la guerra
25 de marzo: Educación sentimental
24 de marzo: Una pregunta maldita
23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás
22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto
21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco
20 de marzo: La carta de mi estudiante
18 de marzo: Pensando en mi universidad
17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso
15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten
14 de marzo: El domingo siempre es domingo
13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?
12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia
11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia
10 de marzo: Nos hicimos refugiados
8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás
7 de marzo: Protegidos por san Nicolás
6 de marzo: La ciudad de san Nicolás
5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias
4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago
3 de marzo: Ucrania resiste y vive
2 de marzo: Mis peores temores
1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores
28 de febrero: Tanques en Mykolaiv
27 de febrero: Rezad por Kiev
24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)