Pelosi dice que EE.UU. no abandonará a Taiwán e irrita todavía más a China
INTERNACIONAL
Pekín amenaza con castigos «contundentes y efectivos» por la visita
04 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, aseguró ayer que su país no abandonará a Taiwán, territorio en el que la política permaneció menos de 24 horas en una visita que ha puesto en pie de guerra a China y de momento se salda con sanciones comerciales y maniobras militares en torno a la isla. Pelosi aterrizó el martes por la noche en Taipéi y desarrolló ayer una intensa agenda «no oficial» que incluyó visitas al Parlamento taiwanés, a la presidenta Tsai Ing-wen y una reunión con activistas por los derechos humanos antes de partir por la tarde hacia Corea del Sur.
Estados Unidos «no abandonará a Taiwán», isla que supone un «ejemplo» para el mundo, dijo la representante estadounidense en su encuentro con Tsai, quien a su vez la condecoró con la Orden de las Nubes Propicias por su apoyo al territorio y le agradeció sus «acciones concretas de apoyo en un momento crítico».
Pelosi declaró después en rueda de prensa que EE.UU. apoya el statu quo actual de la isla y transmitió el deseo de su país de que «nada le pase a Taiwán por la fuerza». También elogió al territorio por la «construcción de un exitoso sector tecnológico» en el que consideró que hay campo para la colaboración y del cual el Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), el mayor fabricante de microchips del mundo, es uno de los principales exponentes.
A las 18.01, hora local, el avión de Pelosi abandonaba Taipéi, aunque antes la presidenta de la Cámara estadounidense se reunió con tres destacados activistas: Wuer Kaixi, uno de los líderes del movimiento estudiantil que protagonizó las protestas en la plaza de Tiananmen, reprimidas por China en 1989; Lam Wing-kee, librero arrestado por vender libros prohibidos por Pekín en su librería de Hong Kong, y el activista Lee Ming-che, encarcelado por «subversión» en China entre el 2017 y el 2022.
Respuesta a la «farsa»
El profundo malestar de Pekín por esta visita se puso de nuevo de manifiesto tanto en palabras como en hechos: la retórica encendida del Gobierno chino estuvo un día más acompañada por sanciones comerciales mientras prosigue el amplio despliegue militar en todo el estrecho de Taiwán. El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, tachó la visita de «completa farsa» y advirtió de que «quien ofenda a China será castigado», mientras la portavoz del departamento Hua Chunying advirtió de que las medidas serán «contundentes y efectivas».
La presencia de Pelosi en la isla ha constituido para Pekín una muestra de respaldo a la independencia de Taiwán, territorio sobre el que Pekín reclama la soberanía al considerarla una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949.
También Rusia criticó la visita de la líder demócrata. Su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov destacó que el viaje de Pelosi a Taiwán, «refleja la misma línea» por parte de Washington respecto a la «situación» en Ucrania y muestra «un deseo de demostrar impunidad».