Truss debutará con un «audaz plan» para hacer frente a la crisis energética del Reino Unido
INTERNACIONAL
La primera ministra británica aparta del Gobierno a los partidarios de Sunak y apuesta por la diversidad en su nuevo Gabinete
06 sep 2022 . Actualizado a las 21:50 h.Ni siquiera el torrencial aguacero que cayó sobre Londres en la tarde de este martes le aguó el ánimo a Liz Truss durante su estreno como primera ministra del Reino Unido. La nueva mandataria, la tercera mujer en ocupar el cargo y la décimo quinta del largo reinado de Isabel II, aseguró a los británicos que tiene «un audaz plan» para superar la actual «tormenta», en clara alusión a la crisis inflacionaria, el cual incluye medidas para que ninguna familia «se enfrente a facturas impagables de la luz».
Durante un breve discurso que ofreció ante la puerta del 10 de Downing Street, esa misma que apenas horas antes vio a Boris Johnson decir «esto es todo, amigos», Truss expuso las tres prioridades de su administración para las próximas semanas: la reforma fiscal, la crisis energética y el colapso de la sanidad pública.
Sin embargo, al hablar del alza de los precios de la luz y la calefacción, se limitó a decir que esta semana tomará medidas «para lidiar con las facturas de energía y para asegurar nuestro suministro futuro de energía». La prensa daba por hecho que uno de los primeros actos de la flamante premier sería revertir el aumento del 80 % en los precios de la luz y el gas anunciado el pasado 26 de agosto por el regulador energético (Ofgem) para congelarlos durante unos 18 meses.
El plan prevé que el Estado asuma parte del coste de las facturas, mediante el otorgamiento de créditos a las empresas energéticas, algo que los expertos estiman que tendría un coste cercano a los 90.000 millones de libras (104.700 millones de euros).
Las otras dos prioridades
Tras asegurar que buscará transformar al Reino Unido en «una nación con trabajos bien remunerados, calles seguras y donde cada uno tenga las oportunidades que merece», Truss apuntó que podrán confiar en su anunciado recorte de impuestos y otras reformas para «poner en funcionamiento» al país.
«Reduciré los impuestos para premiar el trabajo duro e impulsar los negocios y atraer inversiones», dijo, al tiempo que prometió más inversiones en infraestructuras, sobre todo en viviendas, hospitales, carreteras y nuevas conexiones a Internet.
Y, por último, aseguró que tomará medidas para que «la gente pueda tener citas médicas».
Truss dedicó sus primeras horas en el cargo a formar su Gabinete. Los primeros nombramientos confirmaron las versiones de la prensa, que aseguraban que la primera ministra se rodearía de leales y de aquellos que la apoyaron en su aventura por suceder a Boris Johnson, dejando al margen a quienes respaldaron a su rival en las primarias conservadoras, el exministro de Economía Rishi Sunak
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Viceprimera ministra
Theresa Coffey, hasta ahora ministra de Pensiones, pasó a ser la titular de Salud y, además, será la nueva vice premier. Por su parte, Kwasi Kwarteng dejó su puesto de Comercio y Empresas para ocupar el despacho de Economía y la hasta ahora fiscala general, Suella Braverman, reemplazará a la controvertida y polémica Priti Patel en el Home Office (Ministerio del Interior).
Por su parte, James Cleverly ocupará la vacante de Truss en el Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores) y Brando Lewis reemplazará al sunakista Dominic Raab en la cartera de Justicia. Al cierre de esta edición, el ministro de Defensa, Ben Wallace, era el único miembro del anterior Ejecutivo que había sido ratificado en su cargo.
Muchos de los ministros que respaldaron a Sunak en las primarias (como Dominic Raab, George Eustace y Grant Shapps) decidieron dimitir antes de ser destituidos para volver a ocupar sus escaños en la Cámara de los Comunes. Otros integrantes del Gabinete que no estaban alineados con ningún bando, como Johnny Mercer, que ocupaba la secretaría de Veteranos, renunciaron, quejándose de que les habían pedido su puesto para «premiar» a quienes respaldaron a la nueva jefa del Ejecutivo.
Gavin Barwell, quien fue jefe de Gabinete con Theresa May, calificó a este Ejecutivo como el «menos experimentado» de las últimas décadas y puso en duda su capacidad para enfrentarse a los retos que tiene el país.
La oposición reclamó elecciones anticipadas, por considerar que la sucesión de primeros ministros conservadores —Truss es la cuarta en 12 años— revelan que esta formación no tiene ya proyecto. «Escuché a Liz Truss y estaba esperando oír el plan para ayudar a las personas con sus facturas de energía, con la crisis del NHS y demás, y no escuché ningún plan en absoluto», dijo a la BBC Ed Davey, líder de los liberal demócratas. «Dado que la gente está realmente preocupada y está perdiendo el sueño por sus facturas y que las empresas no están invirtiendo debido a la crisis, creo que la salida son nuevas elecciones», dijo.
Johnson y su sucesora viajaron a Balmoral para ejecutar el relevo ante la reina
La designación de Liz Truss como primera ministra fue distinta a las anteriores trece que ha realizado Isabel II en sus siete décadas de reinado. El sencillo acto no se celebró en el londinense palacio de Buckingham, como es tradición, sino en Balmoral, su residencia de verano escocesa.
Los problemas de movilidad que los últimos meses han venido afectando a la monarca, de 96 años, fueron la razón dada por la Casa Real para este cambio de escenario. Este es uno de los primeros actos públicos de la reina desde las celebraciones del Jubileo.
Antes de recibir a Truss y encargarle formalmente la formación de un nuevo Gobierno, Isabel II se reunió con el premier saliente, Boris Johnson, y con su esposa, Carrie Symonds, quienes también viajaron en avión desde Londres para despedirse de la soberana. Sin embargo, a diferencia del caso de Truss, no se difundieron las fotos del encuentro entre los Johnson y la reina.
Sunak, el rival de Truss en las primarias, vuelve al Parlamento de diputado «raso»
El derrotado candidato a líder del Partido Conservador y exministro de Economía, Rishi Sunak, regresó este martes a las trincheras políticas. El rival de Liz Truss volvió a ocupar su escaño en la Cámara de los Comunes, donde participó en un debate sobre los pequeños hospitales y defendió la importancia de que las zonas rurales cuenten con instalaciones sanitarias de calidad.
Sunak anunció durante la campaña que no aceptaría ninguna oferta de Truss para formar parte de su Gobierno, debido a sus profundas diferencias en materia económica. Pero esa idea parece que nunca pasó por la mente de su contrincante. La decisión de prescindir de todos aquellos que respaldaron a Sunak le podría costar caro a la nueva premier, han advertido expertos, recordando que este ganó las cinco primeras votaciones entre los diputados y además obtuvo muchos más votos de lo que le pronosticaban las encuestas entre los militantes.