Ucrania ataca los puentes que unen la península de Crimea con la región de Jersón
INTERNACIONAL
Kiev acusa a Moscú de planear una fuga radiactiva en Zaporiyia
22 jun 2023 . Actualizado a las 18:29 h.Varios puentes en la frontera entre la anexionada Crimea y la región de Jersón, incluido el de Chongar, resultaron seriamente dañados este jueves por la mañana como resultado de los bombardeos desde el lado ucraniano. Según datos preliminares, en el ataque se emplearon misiles de fabricación británica Storm Shadow. El gobernador nombrado por el Kremlin en la península, Serguéi Axiónov, informó inmediatamente de lo sucedido. Chongar y Armiansk, más al oeste, son las únicas vías de salida de Crimea por carretera en la parte norte. La tercera se encuentra en el este, a través del puente de Kerch, asaltado por las tropas de Kiev en octubre.
Por su parte, el jefe designado por Moscú en la parte ocupada de Jersón, Vladimir Saldo, dijo que la superficie de la carretera quedó «destruida e inservible» en algunos tramos de los puentes. «El tráfico se ha organizado a través de una ruta de reserva», añadió sin aclarar a qué alternativas concretas se refería y asegurando que «no hubo víctimas». Una fuente del Ministerio de Transporte ruso declaró a la agencia RIA-Nóvosti que la reparación del puente de Chongar podría prolongarse varias semanas.
Kiev reconoció la autoría del ataque. El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andri Yúsov, aseguró en declaraciones reproducidas por varios medios que la destrucción de los puentes que comunican Crimea con el resto de Ucrania forma parte de «un trabajo sistemático de las fuerzas de seguridad, de las fuerzas de defensa, del movimiento de resistencia y de la población local, a la espera de que estos territorios regresen al control del poder legal ucraniano». «Esto es lo que puede adelantar sobre lo que va a suceder más adelante», añadió Yúsov ante las cámaras de televisión.
Los medios rusos y los canales de Telegram publicaron este jueves fotografías y vídeos del puente de Chongar con los boquetes abiertos en la calzada por la explosión de los misiles. Se veían también vehículos destrozados, aunque las autoridades rusas defienden que no hubo víctimas y que los coches estaban aparcados en las inmediaciones y la onda expansiva los arrastró hasta el puente.
A tiro de piedra
El Ejército ucraniano está llevando a cabo en el momento actual una contraofensiva en varias direcciones, una de ellas en Zaporiyia. El objetivo, según explicó el lunes la viceministra de Defensa ucraniana, Anna Maliar, es romper las defensas rusas y llegar hasta el mar de Azov, lo que supondría aislar del grueso a las tropas del Kremlin desplegadas en la parte sur de la región de Jersón, que además están sufriendo las consecuencias de la inundación causada por la voladura de la presa de Kajovka. Maliar señaló que las fuerzas de Kiev avanzan hacia Berdiansk y Melitópol, una ciudad desde donde tendrían Crimea a tiro de piedra.
El jefe de los mercenarios rusos del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, lamentó una vez más en su cuenta de Telegram que sigue habiendo penuria de munición en las filas rusas y continúa la sangría de muertos. «Un día nos despertaremos y Crimea ya ha sido entregada a los ucranianos. Podemos quedarnos sin Ejército y sin Rusia», aseguró. Kiev no ocultó nunca su intención de recuperar Crimea, aunque hasta ahora se ha limitado a bombardearla con misiles y, sobre todo, drones. El ataque más espectacular se produjo contra el puente de Kerch, cuyos desperfectos tardaron meses en subsanarse y sin que se haya restablecido todavía el tráfico ferroviario de forma total.
El martes, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, advirtió que, si Ucrania utiliza contra Crimea misiles de largo alcance Himars estadounidenses o Storm Shadow británicos, «significaría que Estados Unidos y Gran Bretaña están implicados en el conflicto y ello llevaría de inmediato a que los centros de decisión en el territorio de Ucrania fueran objeto de ataques» de las fuerzas de Moscú, en referencia a las sedes del poder político (Presidencia, Parlamento, Gobierno y ministerios).
El presidente ruso, Vladimir Putin, sigue considerando que la contraofensiva ucraniana va despacio y sin éxitos ostensibles, pero este jueves, durante una reunión de su Consejo de Seguridad, ha reconocido que la capacidad de ataque de las tropas de Kiev «no se ha agotado todavía» y seguirán aumentando sus efectivos en las próximas semanas. A juicio de Shoigú, «tras 16 días de avance activo y sufrir pérdidas significativas, el enemigo ha reducido su actividad y actualmente se está reagrupando».
Sin embargo, el Estado Mayor de las tropas ucranianas sostenía este jueves en su cuenta de Facebook que sus unidades «siguen llevando a cabo operaciones ofensivas en tres direcciones: Melitópol, Berdiansk y Limán (...) con éxitos parciales» en la región de Donetsk. Y es que, al igual que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el primer ministro, Denís Shmigal, también cree que la contraofensiva «llevará tiempo».
Amenaza a Zaporiyia
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó este jueves de «mentira» la advertencia de Zelenski sobre los presuntos preparativos de Rusia para una provocación en la central nuclear de Zaporiyia, controlada por el Ejército ruso desde marzo del año pasado. «Es una mentira más», afirmó en su rueda de prensa diaria, según recoge Efe.
Peskov recordó que la parte rusa sostuvo recientemente «contactos con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) in situ». «Recibimos una valoración muy alta de parte del OIEA. Ellos vieron todo, todo lo que quisieron ver», constató.
El representante del Kremlin añadió que está prevista una reunión entre el director general del OIEA, Rafael Grossi, y el director de la agencia atómica rusa Rosatom, Alexéi Lijachov, la cual se producirá este viernes en Kaliningrado, según el Ministerio ruso de Exteriores. «Nuestro diálogo y cooperación con el OIEA continúa, estamos interesados en mantener estos contactos. Y el OIEA está interesado, todo lo demás, son mentiras», concluyó.
Este jueves Zelenski afirmó haber recibido un informe de la inteligencia ucraniana según el cual Rusia estaría preparando un «acto terrorista» en la nuclear de Zaporiyia, que consistiría en provocar un escape de radiación.
El mandatario ucraniano señaló que ya ha informado a los Gobiernos de «Europa, América, China, Brasil, India, el mundo árabe y África» sobre los supuestos planes rusos, así como a las organizaciones internacionales.
Zelenski pidió a la comunidad internacional que actúe de manera preventiva para evitar otro desastre como el provocado por la reciente voladura de la presa de Kajovka en el sur de Ucrania, de la que Kiev acusa a las fuerzas rusas, mientras que Moscú responsabiliza al Ejército ucraniano.