Ucrania presentará un decálogo para la paz ante 30 países en Arabia Saudí
INTERNACIONAL
Kiev busca fijar unas bases antes de sentarse a negociar con el Kremlin
01 ago 2023 . Actualizado a las 17:10 h.Ucrania prevé convocar el próximo fin de semana a 30 naciones en Yeda (Arabia Saudí) para presentarles un decálogo con el que encaminarse hacia una «paz justa» y «contrarrestar conflictos futuros». La fórmula exige la retirada de las tropas rusas de su país, según reveló ayer el portavoz presidencial, Andriy Yermak. Consciente de la negativa de Rusia a esta condición, precisó que lo importante es que el plan sirva de «base» para generar una negociación con Moscú que no se vislumbra antes del próximo año.
La esperanza, en cualquier caso, es lo último que se pierde. La propuesta tiene la virtud de agitar un tablero aparentemente enquistado. Ninguno de los intentos de abrir un proceso de paz —ni el impulsado por Brasil ni el que está en curso por parte del Vaticano— han dado frutos. Ucrania ha invitado a la cumbre saudí a sus aliados occidentales, pero también espera atraer a India y al propio Gobierno brasileño, más flexibles hacia Moscú. De momento, España dio ayer su apoyo a la búsqueda de una «paz justa», mientras México rechazó participar si Rusia no es invitada y puede dialogar de tú a tú con Zelenski. La guerra es «muy irracional y lo único que se potencia es la industria bélica», zanjó el presidente Manuel Andrés López Obrador.
La celebración en Yeda tiene su importancia geoestratégica: Kiev trata de asegurar la participación de China, que acaba de sellar con Riad un histórico pacto de cooperación económica que la convierte en socio preferente del mundo árabe. Así, el presidente Xi Jinping ha marcado un nuevo paso respecto a la contienda bélica y ordenó que a partir de hoy no se exporte ningún dron fabricado en el gigante asiático a Rusia o Ucrania por su uso letal en la guerra.
Rusia, excluida
La única potencia excluida de esta reunión es Rusia. Ninguno de los dos países inmersos en la crisis bélica está preparado para un cara a cara. A lo más que aspira la cumbre es a poner la pista de aterrizaje a una cumbre mundial este mismo año donde se aprueben unos principios comunes hacia la paz. Luego sería la ocasión de que Moscú y Kiev se sienten a hablar. El portavoz de Zelenski reiteró que el plan de paz «debe tomarse como base» y aclaró que su país tendrá en cuenta las «opiniones y posiciones que no contradigan la Carta de la ONU» sobre derechos humanos.
El Kremlin declaró su intención de «seguir de cerca esa reunión» bajo la premisa de que «cualquier intento de contribuir a un arreglo pacífico merece una valoración positiva», según dijo el portavoz Dmitri Peskov. No obstante, subrayó que en estos momentos es imposible un acuerdo, ya que Moscú entiende que Ucrania es «una herramienta de guerra del Occidente colectivo contra Rusia». El Gobierno de Putin tampoco vislumbra una posibilidad de negociar mientras Kiev continúe perpetrando «ataques terroristas» contra su país, como así calificó el asalto a una comisaría rusa en una localidad fronteriza o los daños sufridos por un edificio del centro financiero moscovita tras un ataque con drones.
Amenaza nuclear
Además, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, aseguró que el Kremlin no descarta el uso de armas nucleares si Kiev prosigue su avance en el conflicto bélico. «Imagínense que la ofensiva, en conjunto con la OTAN, tiene éxito y termina con parte de nuestra tierra siendo arrebatada. Entonces tendríamos que usar armas nucleares en virtud de las estipulaciones del Decreto Presidencial de Rusia», manifestó el también expresidente del país, que lamentó que, en este supuesto, «no habrá solución».
Los aviones no tripulados ucranianos deben recorrer 500 kilómetros para llegar a la capital rusa. Han de sortear además las defensas antiaéreas y electrónicas. Los que impactaron ayer en la zona de negocios moscovita no fueron sino los restos de dos drones abatidos. En cambio, la artillería rusa mantiene una posición más aventajada sobre Ucrania. Dos oleadas de misiles mataron a siete personas y dejaron heridas a más de sesenta en Jersón y Krivói Rog, donde los cohetes cayeron encima de un inmueble residencial y un centro educativo. Uno de los fallecidos es un niño.