La policía tailandesa halla en el móvil de Daniel Sancho mensajes con amenazas de muerte de Arrieta

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La cárcel de Koh Samui, donde está recluido Daniel Sancho
La cárcel de Koh Samui, donde está recluido Daniel Sancho Ramón Abarca | EFE

El colombiano coaccionó al español para que no cesara la relación sexual. La familia del chef da el pésame a los parientes del médico

17 ago 2023 . Actualizado a las 17:13 h.

El asesinato y desmembramiento del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta continúa arrojando nuevas pruebas. La policía tailandesa ha encontrado en el móvil del asesino confeso, el español Daniel Sancho, mensajes con amenazas de muerte de su víctima para que no cesaran las relaciones sexuales que mantenían desde hace un año, según informaron fuentes de la investigación a El Periódico. De hecho, el hijo de Rodolfo Sancho ya aseguró en su declaración inicial que lo había amenazado con difundir fotografías íntimas de ambos y con ejercer la violencia: «Me decía que ya sabía lo que era Colombia y lo que un hombre con 100 millones de dólares era capaz de hacer».

La teoría del cómplice

Después de que el miércoles los agentes encargados del caso aseguraran que ya tienen evidencias suficientes para acusar al español de asesinato premeditado, castigado con la pena de muerte en el país asiático, ayer irrumpió una hipótesis inédita, la teoría del cómplice. La abogada, criminóloga y decana del Colegio Profesional de Criminología de la Comunidad de Madrid, Carmen Balfagón, aseguró, en el programa Así es la vida, de Mediaset, que está «convencida de que Sancho estaba acompañado por alguien. El desmembramiento de un cadáver lleva mucho tiempo. Dicen que pueden ser tres horas solo si eres ayudado por alguien. Para separar los miembros de un cuerpo hay que tirar, por ejemplo, de un brazo, para sacar el hueso en toda su extensión».

Una suposición que, hasta el momento, no apoyan las pruebas recabadas. De hecho, el abogado contratado por la familia de Arrieta, Miguel González Sánchez, afirmó, en declaraciones al mismo programa, que la policía no ha hecho públicos todos los detalles de la investigación. «Hay información sólida que no se conoce. Las nuevas evidencias incriminan con contundencia al acusado. Los elementos arrojan a que solo había una persona y es quien confesó los hechos», dijo.

Por su parte, el equipo legal que representa a Sancho, y que centrará la defensa en intentar evitar la condena y que no sea trasladado a una prisión de Bangkok, señaló que la colaboración de su defendido podría acelerar la investigación policial y adelantar el inicio del juicio. «Pensamos que realmente han acelerado bastante el proceso. Daniel ha colaborado mucho. El juicio podría durar un máximo de tres meses», opinó Fernando Oca, director del despacho de abogados contratado por la familia del español.

El abogado Khun Anan, del mismo bufete, se reunió ayer, de nuevo, con el detenido, que continúa aislado por protocolo covid en el área hospitalaria de la prisión de Koh Samui. «Estamos empezando a preparar la defensa y a reunir las pruebas que tenemos. El juicio se va a celebrar en el Tribunal provincial de Koh Samui, que es la provincia donde se ha cometido el delito, y Daniel permanecerá en esta cárcel hasta la celebración del juicio», indicó.

De momento, Sancho está acusado de los delitos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas de un delito de un crimen. «No creemos que la policía vaya a añadir más cargos, aunque legalmente sí podría», sostuvo.

Pésame a la familia de Edwin

La familia de Sancho hizo ayer público un comunicado en el que da el pésame a la familia del hombre presuntamente asesinado y descuartizado por su hijo. «Sentimos mucho el fallecimiento de Edwin y acompañamos en el sentimiento a su familia», leyó ante la prensa el letrado Fernando Oca.

El texto continúa y añade: «Agradecemos el interés de la prensa, pero no podemos hacer declaraciones en este momento para no inmiscuirnos en la investigación y para respetar el momento tan doloroso que estamos viviendo ambas familias en esta terrible situación que nos ha tocado vivir».

Daniel Sancho no es el primer español ni europeo acusado de asesinato premeditado en Tailandia, donde este delito se castiga con la pena capital, aunque suele ser conmutada más tarde por la cadena perpetua. Los catalanes Artur Segarra, llamado El descuartizador de Bangkok, y Carlos Alcañiz, El elegido, comparten a día de hoy cárcel en Lard Yao, en Bangkok. El primero secuestró, torturó y descuartizó a un consultor, David Bernat, tras lograr que le hiciese varias transferencias bancarias; y el segundo, con antecedentes penales por atropellar a una persona mayor, mató a puñaladas a un ciudadano chileno, con el que mantenía una larga relación de amistad.