«Gestión caótica» tras el ciclón en Libia, con 884.000 damnificados

María Salgado
maría salgado REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Voluntarios recuperan cuerpos en la playa de Derna
Voluntarios recuperan cuerpos en la playa de Derna LIBYA AL-HADATH | REUTERS

La ONU pide 67 millones de ayuda para un Estado «desbordado»

16 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«La lluvia exhibe las calles empapadas, el contratista tramposo y el Estado fallido. Lo lava todo, las alas de los pájaros y el pelaje de los gatos. Recuerda a los pobres sus frágiles tejados y sus ropas andrajosas». Así empieza el premonitorio poema que comparten los supervivientes del ciclón Daniel en Libia. Fue escrito por Mustafá al Trabelsi, un poeta muerto en las inundaciones de Derna que acababa de asistir a una reunión sobre el riesgo que suponían las dos viejas presas que reventaron a causa de la lluvia, publica The Guardian. Más de 884.000 libios de cinco provincias han resultado damnificados y precisan ayuda, manifestó ayer Naciones Unidas, que precisó que, de ellos, 250.000 la necesitan de forma urgente, para lo que ha pedido 67 millones de euros.

Los analistas tachan de «caótica» la gestión de la catástrofe por parte de los dos Gobiernos libios rivales, enfrentados en guerras internas desde el 2011. Un Estado «desbordado» al que la ONU ha instado a crear un corredor marítimo para evacuar a los supervivientes y enviar ayuda humanitaria, ahora bloqueada dado que muchas carreteras colapsaron. «La situación en Derna es catastrófica y requiere coordinación entre los equipos nacionales e internacionales, pero es difícil», reconocieron desde el departamento de personas desaparecidas a la agencia Efe.

Las cifras de la tragedia son espeluznantes. Se estima que hay entre 20.000 y 25.000 fallecidos (han sido localizados 7.000), 10.000 desaparecidos y 35.000 desplazados. «Nos enfrentamos a una situación crítica y sin precedentes. La solidaridad y el apoyo internacionales son cruciales. El momento de actuar es ahora», advierten desde la Federación Internacional de la Cruz Roja, que necesita 10,5 millones de euros.

«Una ola de siete metros»

Los testigos describen como «un enorme tsunami» y «una ola de siete metros de altura que arrasó edificios» los 33 millones de metros cúbicos de agua que liberaron las dos presas rotas sobre la ciudad de Derna. «En cuestión de segundos, el agua subió con nosotros hasta que llegamos a un cuarto piso. Podíamos oír gritos. Desde una ventana vimos coches y cadáveres arrastrados por el agua. Duró una hora o una hora y media, pero nos pareció un año», declaró a Al Jazeera, desde un hospital de Bengasi, un hombre herido, que logró trepar a un edificio con su madre tras ser arrastrados por la riada.

Mientras los voluntarios recuperan cadáveres del mar, las autoridades informaron del rescate de 300 supervivientes. Más de 50 personas fueron socorridas con vida en Derna por equipos españoles y turcos, que también forman a equipos locales. La gestión de los fallecidos sigue siendo una pesadilla. La Cruz Roja y la Organización Mundial de la Salud repartieron miles de bolsas mortuorias y aclararon que los cadáveres no originarán una epidemia y que no deben ser enterrados en fosas comunes, sino en tumbas individuales y documentadas. «El tratamiento digno de los muertos es importante para las familias», añadieron.