Hamás intentó que sus combatientes heridos fueran evacuados por el paso de Rafah junto a los civiles

Miguel Pérez MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Un menor es trasladado en ambulancia a Egipto por el paso de Rafah.
Un menor es trasladado en ambulancia a Egipto por el paso de Rafah. Naaman Omar / Zuma Press / Conta | EUROPAPRESS

Egipto y Estados Unidos descubrieron que decenas de personas propuestas por la organización islamista para su traslado a hospitales egipcios eran en realidad militantes que habían combatido con el Ejército israelí

04 nov 2023 . Actualizado a las 17:45 h.

Hamás intentó que decenas de sus militantes, heridos en combates con Israel, salieran por el paso de Rafah confundidos entre los civiles inscritos en la operación de evacuación hacia Egipto. Las autoridades de El Cairo y de Estados Unidos detectaron que al menos 25 milicianos habían sido introducidos en esta lista lo que habría retrasado todo el proceso de traslado al obligar a los dos países a revisar que nadie de los palestinos con doble nacionalidad concentrados a las puertas de Rafah perteneciera al movimiento islamista.

La pretensión de la milicia, cuyo brazo político gobierna en Gaza, era que sus combatientes pudieran abandonar la Franja y ser atendidos en hospitales egipcios. Al parecer, esta es la misma táctica que Israel ha denunciado este viernes y sábado tras bombardear un convoy sanitario en el norte de la Franja. Según fuentes del Ejército, la organización fundamentalista habría tratado de sacar del hospital a algunos de sus heridos mezclados con pacientes civiles.

La comunidad internacional, encabezada por las Naciones Unidas, ha condenado sin embargo este tipo de ataques indiscriminados de la aviación israelí que, como sucedió esta semana en el campamento de refugiados de Yabalia, siembran de muerte a la población civil. Varias decenas de personas han perdido la vida, de hecho, en el bombardeo del convoy de ambulancias de este viernes. Y todavía se desconoce el número exacto de víctimas mortales en Yabalia (la cifra inicial fijaba el balance en medio centenar de fallecidos y al menos 150 heridos), aunque sí se ha averiguado que Israel utilizó en esta ofensiva proyectiles de mil kilos de explosivo.

Una de las imágenes más llamativas de este ataque fueron los dos enormes cráteres dejados por las bombas en medio del campo de Yabalia. La explicación que le han dado los expertos en armamento militar es que ambos agujeros, de 40 metros de diámetro por unos cinco de profundidad, fueron provocados por misiles de profundidad destinados a destruir los complejos subterráneos de Hamás bajo el campamento. Lo habitual es que este tipo de proyectiles incorpore un detonador para retardarla explosión unas milésimas de segundo una vez que han penetrado en el suelo con el fin de que el efecto de la onda expansiva en el subsuelo resulte superior. Las consecuencias trágicas también se sufren en la superficie, ya que el poder devastador crece de manera significativa.

Respecto a Rafah, fuentes de la Administración estadounidense han confesado a The New York Times que las negociaciones sobre la evacuación de civiles con doble nacionalidad atrapados en el sur de la Franja se han visto imposibilitadas durante días por la negativa de Hamás a dejar salir a los palestinos y, más tarde, por imponer una lista de nombres que debían formar parte de este contingente. El movimiento islamista habría exigido unas peticiones «irrazonables» y, más tarde, enviado a las autoridades de Tel Aviv, El Cairo y Washington listados de palestinos heridos que debían ser trasladados a hospitales egipcios, muchos de los cuales fueron identificados como milicianos fundamentalistas.

Mediación de Catar

De una lista de 75 personas, al menos un tercio serían combatientes, lo que provocó la oposición inmediata de las autoridades egipcias, muy inquietas ante la posibilidad de que entren terroristas islámicos en su territorio aprovechando las evacuaciones de Rafah. Todas las negociaciones duraron días y se llevaron a cabo con la intermediación de catar. Finalmente, el paso se abrió después de que la milicia aceptara retirar a sus militantes de las listas.

El otro punto de preocupación para los responsables de las operaciones en Rafah es la posibilidad de que entren en Gaza equipos necesarios para que el movimiento fundamentalistas se mantenga operativo ante el acoso de las Fuerzas de Defensa israelíes. Según The Times of Israel, dos inspectores descubrieron esta semana en uno de los camiones que transportan la ayuda humanitaria varios dispositivos de concentración de oxígeno teóricamente destinados a airear los pasadizos de Hamás. «No eran para uso en los hospitales, sino debajo de ellos. Por eso fueron contrabandeados entre cajas de galletas», dijo un mando del equipo de inspección, que prohibió el paso al vehículo.