Los primeros 41 españoles salen de una Franja «totalmente destruida»

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Julia Sayans, una de las primeras españolas en cruzar el paso de Rafah, enseña su pasaporte
Julia Sayans, una de las primeras españolas en cruzar el paso de Rafah, enseña su pasaporte Anas Baba | EFE

Según las autoridades palestinas, irán cruzando cada día en grupos de 40

14 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los primeros españoles cruzaron este lunes el estrecho de Rafah. Llevaban un mes atrapados al sur de la Franja de Gaza sin agua, comida ni gas, entre «bombardeos por todos lados», dice Julia Sayans, una de las primeras en salir.

Julia tiene 70 años y está casada con un gazatí. Igual que cientos de miles de personas, había recorrido con su familia la carretera de Saladino hasta Jan Yunis, dejando atrás la ciudad norteña en la que vivía —Beit Hanoun— «totalmente destruida». El fondo de sus ojos todavía reflejaba los escombros de su hogar.

Julia cruzó el estrecho sin su marido: «He estado detrás de él para que venga conmigo, pero no le pude convencer. Quiere quedarse y esperar a recoger lo que haya entre los restos de nuestra casa». Sus hijos tampoco salieron. Aunque se habían apuntado para salir juntos, ellos siguen refugiados con la familia que los acogió en Jan Yunis porque sus nombres no figuraban entre los 500 que podían cruzar. Pero los españoles irán llegando a Egipto en tandas de 30 o 40, dice Julia, y espera «nerviosa» que sus hijos puedan salir este martes.

Además de ella, otros 40 españoles dejaron atrás la pesadilla en la que se encontraban sumergidos, con el permiso de la Autoridad General para Cruces y Fronteras en la Franja de Gaza (controlada por Hamás). Todos ellos, como parte del grupo de extranjeros autorizados a abandonar el enclave, debían estar presentes en el cruce fronterizo a las siete de la mañana.

«Los primeros hispanopalestinos ya han cruzado el punto de control gazatí», anunció el ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, desde Bruselas. Explicó que hay dos puestos fronterizos en el paso de Rafah: uno palestino y otro egipcio. «Los españoles están ya en el segundo, a punto de entrar definitivamente en Egipto», añadió Albares, que había empezado su intervención diciendo que tenía «buenas noticias».

Las Fuerzas de Defensa de Israel habían puesto las cosas un poco más fáciles. Por primera vez, Rafah estaba incluido en las pausas humanitarias y, entre las diez de la mañana y las dos de la tarde —tres horas menos que en el resto de territorios—, dejaron de caer las bombas.

Kamal Ukasha, oftalmólogo palestino de 50 años y con ciudadanía española, salió con su mujer y sus seis hijos para empezar una nueva vida en la Península.

«Buscaremos un lugar donde trabajar», aseguró esperanzado. A los pocos días de empezar la guerra, los misiles destrozaron su clínica en la Ciudad de Gaza, así que decidió marcharse a Yabalia, algo más al norte. Pero «no hay lugar seguro en la Franja».

Su viaje al sur fue muy complicado. «De camino, entre Yabalia y la Ciudad de Gaza, en general se ve todo destruido y en Gaza igual —lamenta—. Mataron a adultos, a niños, a ancianos, a todos los animales... La destrucción es total».

En total, la comunidad con pasaporte español en la Franja es de unas 180 personas, y ahora se estima que podrían salir 200, incluyendo cónyuges y familiares. Una vez lleguen a Egipto, serán evacuadas a España.

El coordinador de la comunidad española en el enclave, Salah el Sousi (73 años), fue de los últimos en salir. «Tras un mes de guerra, el mundo se ha olvidado de Gaza», aseveró con pena. Después de haber vivido el conflicto del 2014, es la segunda vez que se ve obligado a dejar su hogar.

El líder de la oposición pide a Netanyahu que deje de desviar «culpabilidades»

El líder opositor israelí, Yair Lapid, le pidió a Benjamin Netanyahu que se centre en la guerra y la economía en vez de desviar «culpabilidades» tras el fracaso de las fuerzas de seguridad durante el ataque de Hamás, el 7 de octubre.

«El primer ministro debe dejar de desviar la atención sobre su propia culpabilidad. Si quiere que no lidiemos con culpabilidades, que no se siente en la CNN a compararse con el expresidente estadounidense Franklin D. Roosevelt», aseveró.

Netanyahu lo había hecho. Cuando le preguntaron si consideraba dimitir por no haber interceptado a tiempo la ofensiva de las milicias islamistas, se comparó con Roosevelt y el ataque a Pearl Harbor en 1941.

En ese sentido, dijo que Roosevelt «no entregó maletines con dinero al general japonés Yamamoto [al mando durante el ataque] ni reforzó Japón a lo largo de 13 años de horrendas políticas fallidas que llevaron al desastre [Netanyahu implicaba que él sí lo hizo en la Franja de Gaza]».

Lapid elogió a los miembros de su propio partido porque, según sostuvo, son ellos los que están haciendo el trabajo del Gobierno: «Van a los funerales, están con las familias de los secuestrados y los que han sido evacuados, ayudan a hacer frente a los problemas burocráticos y defienden a Israel ante los medios internacionales».

Mientras tanto, el Ejército seguía avanzando. Este lunes protagonizó 4.300 ataques y destruyó 3.000 objetivos de Hamás. Uno de esos ataques, declaró un portavoz, sucedió cuando un grupo de «terroristas» camuflados como civiles abrió fuego desde la entrada del Hospital Al Quds.

Seis bebés muertos

En el Hospital Al Shifa, seis bebés ya están muertos. Las fuerzas israelíes dijeron el domingo que ayudarían a evacuarlos, algo que todavía no ha tenido lugar, pero sí llevaron 300 litros de combustible hasta la puerta —afirman—, que «fueron rechazados por las autoridades del centro».