La aerolínea lusa TAP, multada por un millonario despido que costó la dimisión del ministro Nuno Santos
INTERNACIONAL
Los problemas con la compañía aérea, que ha propiciado algunas de las mayores crisis del Gobierno, no acaban de resolverse
30 nov 2023 . Actualizado a las 20:11 h.Desde su rescate por 3.200 millones de euros durante la pandemia, la aerolínea de bandera lusa TAP ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza para el Gobierno de António Costa. La Comisión del Mercado de Valores Inmobiliarios la multó el miércoles con 50.000 euros, acusándola de violar su deber de informar a los mercados de la salida de la antigua administradora ejecutiva Alexandra Reis con una indemnización de medio millón de euros, tras pactar su renuncia. Consideran que se trata de una «infracción muy grave», pues el comunicado de la TAP era confuso en cuanto al acuerdo con Reis y por usar el término «renuncia», cuando se trató de un despido. La aerolínea ha recurrido la decisión.
Pero las consecuencias, o más bien conclusiones, son de carácter político, pues la decisión de indemnizar a Reis fue autorizada por el entonces ministro de Infraestructuras Pedro Nuno Santos, que negó estar al tanto del asunto. Sin embargo, tras verse obligado a dimitir, acabó reconociendo que sí había dado su permiso. El caso provocó la apertura de una comisión de investigación parlamentaria.
Entretanto, Reis fue nombrada secretaria de Estado del Tesoro, y solo un día después y a causa de esta misma indemnización, dimitió y se sumó a más de una decena de otros altos cargos expulsados del Gobierno por distintos escándalos. Varios de ellos, relacionadas con la TAP, lo que también acabó salpicando al sucesor de Santos al frente de Infraestructuras, João Galamba, cuando fue acusado de haber mentido a la comisión parlamentaria que investigaba el pago a Reis.
Galamba no cayó entonces, sino este noviembre, en el marco de las investigaciones por adjudicaciones ilegales de proyectos de explotación de litio e hidrógeno y un centro de datos en Sines, que provocó la dimisión de António Costa y la inminente disolución del Gobierno.
Si bien Galamba dejó su puesto al momento, Costa seguirá en su cargo hasta la formación de un nuevo Gobierno, en abril. Hasta entonces, él mismo será quien asuma la cartera de Infraestructuras, precisamente para gestionar el futuro de TAP. El Gobierno llegó a firmar un decreto para la venta de la compañía, pero el presidente Rebelo de Sousa ejerció su veto presidencial cuestionando algunos de los puntos clave de la operación. No se prevé que el asunto se resuelva con la prontitud que el Ejecutivo pretendía.
Además, se da la circunstancia de que Pedro Nuno Santos es ahora el principal candidato a liderar el Partido Socialista. Tras una larga ausencia de la vida pública, su dimisión apenas le ha afectado y a mediados de diciembre se disputará el puesto con José Luís Carneiro y Daniel Adrião, que se ha sumado a la pugna en los últimos días.