Bielorrusia incluye por primera vez armas atómicas en su programa militar
INTERNACIONAL
Lukashenko anuncia que no dudará en utilizar el arsenal nuclear desplegado por Rusia en su territorio para contestar a agresiones de sus vecinos de la OTAN
17 ene 2024 . Actualizado a las 18:26 h.La doctrina militar actualizada de Bielorrusia prevé la posibilidad de utilizar las armas nucleares tácticas recibidas de Rusia el año pasado, según declaró este miércoles el ministro de Defensa, Víctor Jrenin, durante una reunión con el presidente del país, Alexánder Lukashenko. Añadió que esta nueva doctrina castrense «será presentada próximamente para su aprobación a la Asamblea Popular».
Sin embargo, se da la circunstancia de que, de acuerdo con lo enunciado el año pasado por el presidente ruso, Vladimir Putin, el arsenal transferido está bajo el control absoluto de Moscú y su utilización por parte del Ejército bielorruso de forma autónoma está excluida. En marzo del 2023, Putin anunció su intención de enviar a Minsk parte de sus armas nucleares tácticas y lo justificó en un despliegue anterior de Estados Unidos en Alemania, Holanda, Italia y otros países de la Unión Europea.
«No las entregamos a Bielorrusia, pero las desplegaremos allí y entrenaremos a su ejército, como Washington en Europa», enfatizó el líder del Kremlin. En diciembre Lukashenko informó de que todas las ojivas atómicas incluidas en el acuerdo con Putin llegaron a Bielorrusia en octubre. Unos meses antes, en junio, el dictador se jactó de que al armamento nuclear que entonces Rusia empezó a mandar incluía «bombas tres veces más poderosas que las que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki».
Subrayó también que el hecho de que estuvieran bajo control de Moscú no impediría su utilización si lo estimara necesario, ya que, subrayó, él y su homologo ruso pueden comunicarse por teléfono «en cualquier momento».
Elemento de disuasión
Lukashenko advirtió también de que la presencia de armas atómicas en su territorio «disuadirá a posibles agresores», en alusión a los países de la OTAN, tres de los cuales (Polonia, Lituania y Letonia) comparten frontera con Bielorrusia. Cree que siempre han sido «un objetivo para ellos (Occidente)».
«Llevan queriendo hacernos pedazos desde el 2020», cuando el monumental pucherazo que organizó para continuar en el poder condujo a una ola de protestas que ahogó en sangre y represión. «Pero nadie se atreverá con un país que posee armas nucleares (...). Espero no tener que tomar la decisión de usarlas en tiempos modernos. Pero no lo dudaremos de ser necesario», añadió.
Putin aclaró en marzo del año pasado que su país «ha ayudado a Bielorrusia a reequipar diez bombarderos para portar armas nucleares tácticas y transferido al ejército de Minsk el sistema de misiles Iskander», también capaz de portar carga atómica.
Tanto Estados Unidos como la Alianza Atlántica criticaron duramente la decisión del Kremlin de volver a nuclearizar a un país que se deshizo de sus arsenales atómicos tras la desintegración de la URSS. Igual que Ucrania, que también se despojó de este arsenal a cambio de unas «garantías de seguridad» que Rusia se comprometió a respetar como estado firmante del acuerdo de Budapest, pero que, a la vista de lo que está sucediendo en la actualidad, no ha cumplido.