El último intento de la defensa de Daniel Sancho: las claves para demostrar que el asesinato de Edwin Arrieta no fue premeditado

La Voz REDACCIÓN

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«Soy culpable, pero era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén», aseguró Sancho tras su detención en Tailandia
«Soy culpable, pero era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén», aseguró Sancho tras su detención en Tailandia ROYAL THAI POLICE HANDOUT | EFE

El hijo de Rodolfo Sancho conocerá la sentencia por la muerte y el desmembramiento del cirujano colombiano el próximo 29 de agosto

26 jul 2024 . Actualizado a las 16:58 h.

Horizonte 29 de agosto. Ese será el día que se conozca la sentencia de Daniel Sancho, encarcelado encarcelado en en la prisión de Koh Samui, en Tailandia, desde el 6 de agosto del 2023.

En esta cuenta atrás, su defensa ha realizado la última intentona para poder librarle de una importante condena por el asesinato de Edwin Arrieta.

Informativos Telecinco ha tenido acceso a un informe de su defensa en el que se rebaten los argumento de la acusación. El objetivo pasa por demostrar que el cocinero de 30 años no mató al cirujano colombiano con premeditación.

Se trata de un documento de 31 folios firmado por Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás en el que aseguran que el hijo de Rodolfo Sancho improvisó después de que Arrieta muriese por un golpe accidental en su alojamiento de Ko Pha Ngan.

Esos argumentos pasan por probar que las compras previas que hizo Daniel Sancho no tenían que ver con el asesinato. Su defensa mantiene que la sierra que compró el 1 de agosto en un establecimiento era una herramienta para cortar madera y que su fin era «cortar cocos y poder utilizarlos como platos» o «cortar madera» para su profesión como cocinero. 

Mantienen además que el kayak que compró y con el que se adentró en el mar para deshacerse de los restos de su compañero de viaje, una vez descuartizado, fue adquirido después de la muerte de Arrieta, «casi cinco horas después del fatal desenlace». Con esta prueba mantienen de nuevo que el español siguió improvisando.

Otra de las compras, que fueron bolsas de basura, también le sirven a sus representantes para explicar que no solo usó esas bolsas cuando desmembró a Arrieta, sino que usó otras que no guardan relación con las adquiridas el 1 de agosto. «La compra de bolsas de basura no puede considerarse premeditada, ya que se ha observado que se utilizaron otro tipo de bolsas o sacos, lo que apoya la idea de que no hubo premeditación, si improvisación», relatan en el documento. 

También aseguran que el nieto de Sancho Gracias nunca ocultó su rostro ni negó sus datos personales. Ni en el proceso de alquiler de una moto, ni en su alojamiento. «Evidentemente, si (el supuesto crimen) lo hubiera planificado con antelación, nunca habría dejado su pasaporte original como depósito», apuntan. Incluyen incluso que no tendría sentido que dejase su huella biológica en su primer alojamiento si tenía planeado acabar con la vida de Arrieta. 

Un año encarcelado

Tras un juicio de más de un mes, Daniel Sancho conocerá su porvenir el próximo 29 de agosto. El cocinero está en prisión desde el pasado 6 de agosto. El nieto de Sancho Gracia, que pasaba unas vacaciones en Koh Phangan, Tailandia, confesó haber asesinado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta.

La noticia causó conmoción y corrió como la pólvora ya que no se conocía la relación entre el presunto autor de los hechos y su víctima, y la policía tailandesa concluyó que se trató de un crimen planeado. «Soy culpable, pero yo era su rehén», dijo Daniel Sancho tras los hechos asegurando que Arrieta le tenía «en una jaula». «Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho», explicó a sus abogadas de oficio el pasado agosto.