Una treintena de países piden más transparencia o afirman que desconocen los resultados en Venezuela

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El principal candidato de la oposición, Edmundo González, y la líder inhabilitada, María Corina Machado.
El principal candidato de la oposición, Edmundo González, y la líder inhabilitada, María Corina Machado. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

La oposición confía en la presión de la comunidad internacional

29 jul 2024 . Actualizado a las 20:30 h.

Los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin soporte de actas —que, según la oposición, favorecen al candidato opositor Edmundo González Urrutia con el 70 % de los apoyos— han generado una avalancha de reacciones internacionales con la exigencia de que sean auditados y cotejados.

Entre el desconocimiento y la solicitud de más verificación, casi 30 países están observando de cerca lo que sucede en Venezuela. Mientras Argentina, Chile, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay e Italia se cuentan entre los que desconocen los resultados, Alemania, Brasil, Colombia, España, Francia, Países Bajos y la Unión Europea, entre otros (la lista crece hora a hora), han llamado a seguir el proceso que el propio CNE establece para la revisión de los comicios y que se le entregue a la oposición el total de las actas de las mesas de votación.

De hecho, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay anunciaron, en un comunicado conjunto, que solicitarán una reunión urgente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras la publicación de los resultados y «una revisión completa con observadores independientes». Un tercer grupo de países ha reconocido rápidamente el triunfo de Maduro de manera esperable: Rusia, Bielorrusia, China, Irán, Siria, Cuba, Nicaragua y Bolivia.

Dentro del país, mientras, los círculos políticos están muy pendientes de las reacciones de Colombia y Brasil, países vecinos y con fuerte influencia en el madurismo; y principalmente de este último, que envió al asesor y excanciller del presidente Lula Da Silva a observar las elecciones. Se tienen altas expectativas sobre las gestiones de Celso Amorim, que en nombre del Gobierno de Brasil pidió al Centro Carter y a la ONU (que enviaron observadores a los comicios) que dé respuesta a las denuncias de fraude de la oposición. «El Gobierno ha dado un resultado; ahora tiene que probar, acta por acta, como han llegado a él», señaló el funcionario, con acceso directo al propio Maduro y que permanecía en Venezuela este lunes.

Por parte del Gobierno colombiano, el canciller Luis Gilberto Murillo señaló que «tras mantener contactos permanentes con todos los actores políticos involucrados […] y luego de conocer los resultados preliminares comunicados por el CNE [...] la comunidad internacional y el pueblo venezolano esperan que prevalezcan la transparencia y las garantías electorales para todos los sectores».

En tanto, el Reino de Noruega y la Unión Europea, principales impulsores de los llamados acuerdos de Barbados, que intentaron acercar al Gobierno de Maduro a unas elecciones con mínimas garantías, se pronunciaron, en términos suaves, para pedir el acceso de la oposición a las actas electorales.

Josep Borrell, alto comisionado de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores, señaló que «la voluntad debe ser respetada. Es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de las mesas electorales [...] el pueblo votó de manera masiva y pacífica». Además, Oslo exigió la «publicación y verificación independiente» de los resultados.

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este lunes «transparencia total» sobre los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela del domingo, y confió en que las disputas «se resuelvan pacíficamente».