Estos dispositivos, también llamados mensáfonos o en inglés, «beepers», fueron populares en los 90 hasta la llegada de los SMS, que dejó obsoleta una tecnología que aún a día de hoy se considera más fiable que las redes móviles para recibir un mensaje con total privacidad
18 sep 2024 . Actualizado a las 17:42 h.Mensáfono, localizador, buscapersonas, busca, beeper, si lo nombramos en inglés o bíper, para los latinoamericanos. Este dispositivo se puesto de nuevo de actualidad después de que un ataque masivo hiciera explotar cientos de ellos en manos de terroristas de Hezbolá en el Líbano. ¿Existiendo móviles de ultima tecnología por qué recurrir a unos aparatos patentados a mediados del pasado siglo y que tan solo pueden recibir mensajes alfanuméricos? A continuación desgranamos las ventajas de unos aparatos que, aunque estaban obsoletos para ciertas cuestiones, permitían hacer llegar comunicaciones donde las redes móviles no tienen cobertura y, además, de una forma prácticamente indetectable. Es precisamente por ese motivo que este ataque ha resultado todo un hito de la inteligencia militar, probablemente israelí, a través de su agencia de espionaje del Mosad.
Nacido hace un siglo y popular en los hospitales
Hace 103 años que los buscas existen. El antecesor primigenio data de 1921 y se creó para el Departamento de Policía de Detroit. Sin embargo, hubo que esperar por la patente a 1949, que corrió a cargo del canadiense Alfred J. Gross y los primeros equipos se emplearon en el Hospital Judío de Nueva York. Después, en 1956, un modelo desarrollado por la compañía inglesa Multitone Electronics empezó ya a emplearse de forma masiva en el Hospital Saint Thomas de Londres: su función era la de alertar a los médicos de las urgencias. En 1958 la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobaba su uso para el público en general, siendo Motorola quien lanzó en 1974 el Pageboy I, que se convirtió en un best seller.
¿Cómo funciona?
Llamados beeper por el mero hecho del sonido emitido cuando recibían un mensaje, utilizan ondas de radio que los enlazan con un centro de llamadas. Este hecho, emplear ondas similares a las de la radiofrecuencia y solo poder recibir mensajes desde un único lugar, es su principal característica. Para lo bueno y para lo malo. La principal desventaja radica en que quien quiere mandar un mensaje a alguien tiene que llamar a un operador y dictarlo antes de que se envíe al receptor que queremos. Y esa es precisamente para una organización paramilitar terrorista como es Hezbolá en el Líbano y Siria el motivo de usar los buscas. Configurar una red privada de envío de mensajes desde un único lugar. Así se mantenían alejados de posibles hackeos de las comunicaciones si empleasen otras aplicaciones de mensajería digitales. Además, este método analógico es más fiable y estable que las redes móviles. Mientras las últimas necesitan muchos repetidores y potencia para todos los datos que se reciben en los móviles, para que un simple mensaje de texto sea recibido en un busca se emplean ondas de radio de mucha longitud, capaces de llegar a cualquier lugar sin que haya tampoco problemas de cobertura.
Hasan Nasrallah, actual secretario general del partido político y cuerpo armado libanés chií Hezbolá, es un firme defensor de este secretismo y en un discurso televisiado hace ya más de seis meses, recomendaba renunciar a los más modernos móviles en favor de este tipo de dispositivos para evitar la infiltración de programas espía israelíes y estadounidenses. «El colaborador (con los israelíes) es el teléfono móvil que tienes en tus manos, y en las de tu mujer y tus hijos. Este móvil es el colaborador y el asesino. Apáguenlo, entiérrenlo, métanlo en un cofre de hierro y enciérrenlo bajo llave», dijo Nasrallah entonces.
¿Qué se sabe del ataque a los buscas de Hezbolá?
Los buscas, que cayeron en desuso después de popularizarse en los 90 por la llegada de los mensajes SMS a los móviles, que podían ser enviados directamente desde los terminales sin hablar con una operadora, eran así para Hezbolá una pieza clave en sus comunicaciones. Ahora se investiga cómo pudieron explotar los terminales, del modelo Rugged Pager AR924 de GApollo de forma coordinada, dejando a 3.000 personas heridas y causando nueve muertos. Las posibilidades son esencialmente dos:
- La propia Hezbolá incluyó explosivos en los buscas por si caían en manos enemigas hacerlos explotar. El Mosad israelí pudo descifrar cuál era el mecanismo de activación
- La inteligencia israelí o estadounidense interceptó los terminales antes de que fueran entregados a los terroristas, colocó material explosivo en su interior e ingenió un sistema de activación a distancia. El analista militar y político independiente, Elijah J. Magnier defiende esta postura, añadiendo que «no se importaron directamente al Líbano, sino que se detuvieron en un país cercano durante tres meses, donde Israel implantó el explosivo».
¿Cómo explotaron?
La infiltración en la cadena de suministro es una pieza clave en la investigación. La compañía taiwanesa Gold Apollo fue a quien las autoridades libanesas encargaron los aparatos. Sin embargo esta empresa alude a que solo se encargaba de autorizar la venta, señalando a la húngara BAC, con sede en Budapest como responsable del diseño y la fabricación de los terminales.
Mientras se aclara esta cuestión, el método empleado habría sido, según medios internacionales como The New York Times, que citan aún fuentes anónimas mientras se investigan los hechos, de película. Se habría enviado a miles de buscas un mensaje falso que se hacía pasar por la cúpula de la organización terrorista chíi. Al pulsar para verlo, el código que contenía el mensaje provocaba un sobrecalentamiento de la batería del terminal. Esa alta temperatura supondría después, en contacto con el explosivo, la detonación.
El ministro de Telecomunicaciones libanés, Johnny Corn, dijo tras los ataques que los dispositivos que explotaron formaban parte de un cargamento que llegó «recientemente» al Líbano y planteó que «a lo mejor se activó a distancia», aunque no sabía aún cómo. Corn daba así credibilidad a este modus operandi: «las baterías de los buscas se calentaron, por lo que incluso algunas personas tiraron esos aparatos antes de que explotaran». Esta última acción y el hecho de que la cantidad de explosivos fuera pequeña por el tamaño de los buscas, explica que aunque 5.000 dispositivos explotasen solo haya 11 fallecidos y miles de personas estén heridas con quemaduras y amputaciones de dedos en las manos principalmente.
Una de las cuestiones más llamativas de este ataque y que apunta a que pudo ser causado por Israel o EE.UU radica en que a finales del pasado agosto el Hospital Universitario Americano de Beirut, en la capita libanesa, reemplazó los buscas del personal sanitario. La prensa del país señala que quizás la dirección del centro hospitalario fue advertida del ciberataque que iba a producirse a través de este tipo de aparatos por parte de espías israelíes o estadounidenses. Tan solo un día después de lo ocurrido se ha producido otra oleada de explosiones, en esta ocasión de walkie talkies, que el Líbano habría adquirido en la misma operación que los buscas.