Israel golpea a las cúpulas de Hamás y Hezbolá antes de responder a Irán
INTERNACIONAL
Francia llama a un embargo de armas a Tel Aviv para detener la guerra
05 oct 2024 . Actualizado a las 21:52 h.Allá donde Israel intenta cortar una cabeza, se producen decenas de muertes añadidas. Ayer en el Líbano no se produjo la excepción. Las fuerzas de Tel Aviv atacaron por primera vez el norte del país de los cedros para eliminar a Saeed Atallah, jefe de las Brigadas Al Qassam de Hamás en este territorio, mientras los otros bombardeos en el sur y en la capital, Beirut, dejaban 25 muertos y 127 heridos. Con este último ataque, y pendiente de si eliminaron al recientemente nombrado líder de Hezbolá, Hachem Safieddine, Tel Aviv estudia con Estados Unidos una respuesta al ataque iraní de esta semana mientras Francia pide un embargo de armas.
Los progresos en la campaña contra Hezbolá envalentonan a Israel. Con el asesinato de Attalah y toda su familia en el campamento de refugiados de Al Beddawi y la posible neutralización de Safieddine junto al jefe de inteligencia de Hezbolá, Hajj Mortada, con quienes la milicia perdió el contacto hace días mientras se reunían en un búnker en el suburbio de Dahye, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, aseguró que sus fuerzas quieren «causarle daños adicionales y duraderos al enemigo. Sin alivio y sin permitirle un respiro a la organización» para poder desmantelar a Hezbolá lo antes posible. Pero con todo, los ataques sobre el sur libanés, el Valle de la Bekaa y Beirut dejaron otros 25 civiles muertos.
Tel Aviv también está pendiente de los movimientos de Irán y continúa preparando una respuesta al ataque que sufrió de mano de Teherán esta semana. Por ello, se desplazó a Israel Michael Erik Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, quien supervisará una acción «seria y significativa» contra el país de los ayatolás.
Embargo de armas
La guerra está a punto de cumplir un año convertida en una matanza regional. Por ello, el presidente francés, Emmanuel Macron, pronunció que «hoy la prioridad es que volvamos a una solución política, que dejemos de entregar armas para llevar a cabo los combates en Gaza» para asumir su parte de responsabilidad poscolonial con el Líbano,
Pero el embargo no impedirá demasiado los acontecimientos. Las distintas facciones palestinas con presencia exclusivamente en Gaza emitieron también un comunicado conjunto en el que llamaron «a nuestro pueblo y a la resistencia en Cisjordania, Jerusalén, el interior ocupado y en todos los frentes a escalar la resistencia a todos los niveles, especialmente la resistencia armada».
Dicho llamado se produjo en paralelo a los propios movimientos de Irán, que busca nuevas formas de golpear a Israel sin demasiado éxito. De hecho, la reunión del ministro de Exteriores persa Abás Araqchí con el dictador sirio Bachar al Asad con ese propósito capituló tan solo con una condena del dirigente alahuita de las acciones de Israel. Quedan semanas de guerra, y el desenlace será muy violento.
A falta de dos días para que se cumpla un año del 7-O, el mundo se echa a las calles
Mañana se cumplirá un año desde la masacre de Hamás contra Israel que desató el conflicto en Oriente Medio y el mundo no se ha quedado callado. En decenas de ciudades, miles de manifestantes se echaron ayer a las calles para condenar la actuación de Israel y apoyar a los pueblos palestino y libanés.
Desde Nueva Zelanda a Europa, el sábado discurrió entre protestas pacíficas, si bien en Roma al menos 24 policías y tres manifestantes resultaron heridos y cinco personas fueron arrestadas en disturbios sofocados por las fuerzas del orden. La protesta allí congregó a unas 7.000 personas, después de que la policía prohibiera la marcha alegando «motivos de seguridad pública» y porque consideraba que podría acabar en «expresiones de celebración de la matanza perpetrada en Israel» por Hamás.
En Madrid, miles de personas se manifestaron pidiendo al Gobierno que presione a Tel Aviv para que ponga fin a la guerra en Oriente Medio y al «genocidio» en Gaza. París, Londres, Wellington (Nueva Zelanda), Sídney, Bangkok, Johannesburgo y Manila también acogieron protestas, entre otras ciudades. «Vergüenza para los que apartaron la mirada del sádico genocidio de niños en Gaza y Cisjordania», se leía en algunos carteles.